Los sucesivos atentados perpetrados por sicarios la semana pasada en Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay, en la frontera con el municipio de Ponta Porã, Brasil, guardarían relación con el decomiso de un cargamento de 200 kilos de cocaína boliviana transportada en una aeronave, durante una operación efectuada el 11 de abril pasado en Capitán Bado. La Policía maneja información de que una poderosa estructura del crimen organizado ordenó los violentos ataques y cree que se producirían más “ajustes de cuentas” en las próximas semanas.
Un grupo de narcotraficantes asesinó a tiros al periodista Pablo Medina, corresponsal de este diario en Curuguaty, departamento de Canindeyú. El crimen, ocurrido en la siesta del jueves último, fue ordenado por varios “jefes” de la mafia de la zona norte del país afectados por las constantes publicaciones del comunicador sobre el negocio de las drogas. Su asistente también murió en el atentado. Varios sospechosos fueron detenidos por la Policía y la fiscalía.
El ataque de “motochorros” cada vez es más frecuente en el país, y principalmente en las grandes ciudades como Asunción, municipios del departamento Central, Ciudad del Este y Encarnación. Los organismos de seguridad no ofrecen resultados para contener a los asaltantes que perpetran sus golpes a bordo de motocicletas. Los principales afectados son personas que se desplazan a pie, y en la mayoría mujeres y estudiantes que acuden a centros educativos en horario nocturno. El auge de esta modalidad delictiva se debe en gran medida a la falta de control efectivo de la Policía Nacional a las personas que utilizan ese vehículo. En los últimos años los motoasaltantes ultimaron a varias de sus víctimas. Esta situación genera temor en la población, que ante la inseguridad reinante decide hacer justicia por mano propia, como el caso de un guardia de seguridad que el martes a la noche mató a tiros a un exconvicto que atracó a un cambista en el microcentro de la capital del país.
Las veredas de la avenida Eusebio Ayala de Asunción, desde Calle Última hasta Kubitschek, son “adornadas” con vehículos chatarra esparcidos frente a los desarmaderos o casas de venta de repuestos. Esta práctica, además de obstruir el paso de los peatones y ofrecer un lamentable aspecto de la ciudad, viola varios artículos de la Ordenanza Municipal 479/10.
La irresponsabilidad de los conductores de vehículos es la principal causa de accidentes de tránsito. Según el último reporte de la Policía Caminera, más de la mitad de los vehículos verificados durante el fin de semana en el país transgreden el reglamento de tránsito, como la ingesta de bebidas alcohólicas por parte de la persona que maneja el rodado, u otro tipo de infracción relacionado a la maniobra, documentación o estado del automotor.
Trece asaltantes considerados de alta peligrosidad por la Policía, debido a la violencia o la astucia para cometer los atracos, son los más favorecidos con el negligente sistema judicial.
Los crímenes y los asaltos mantienen en constante zozobra a la población paraguaya. La dramática situación de inseguridad forma parte de los grandes reclamos ciudadanos de los últimos tiempos.