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Lamentablemente, el Gobierno no ofrece resultados y más bien se muestra ausente, en una clara demostración de irresponsabilidad e ineficiencia. La Policía, pese al apoyo logístico recibido últimamente, sigue tan ineficaz como siempre, manteniendo en sus filas a agentes corruptos y con antecedentes delictuosos.Los robos y asaltos son los principales problemas que mantienen en constante preocupación y con incertidumbre a la población paraguaya. La dramática situación de inseguridad forma parte de los grandes reclamos ciudadanos de los últimos años. Sin embargo, la Policía no ofrece resultados y los gobiernos de turno se mantienen ausentes, en una clara muestra de irresponsabilidad e ineficiencia. La justicia también tiene su "aporte" negativo al colaborar groseramente con la impunidad, al emitir fallos que favorecen a peligrosos malvivientes. El Parlamento no presenta ningún proyecto contra la delincuencia. Y la corrupción policial es una cuestión que tiene carácter permanente.
"La violencia es una constante en la vida de un gran número de personas en todo el mundo, y nos afecta a todos de un modo u otro. Para muchos, permanecer a salvo consiste en cerrar puertas y ventanas, y evitar lugares peligrosos. Para otros, no hay escapatoria, porque la amenaza de la violencia está detrás de esas puertas, oculta a los ojos de los demás. Y para quienes viven en medio de guerras y conflictos, la violencia impregna todos los aspectos de la vida", señaló en 2002 la doctora Gro Harlem Brundtland, directora general de la Organización Mundial de la Salud, en "Informe Mundial sobre la violencia y la salud".
Esa misma situación se vive en nuestro país desde hace varios años, y el problema incluso alcanza proporciones epidémicas, pese a que las autoridades responsables de la seguridad se resisten a aceptar.
La violencia y la inseguridad amenazan la estabilidad del país, al afectar principalmente el sector económico y social. Esto, por un lado, al debilitar el sistema democrático y, por el otro, obligan a invertir una enorme cantidad de recursos públicos y privados, que son indispensables para el desarrollo y el crecimiento.
Hace tiempo, la inseguridad dejó de seleccionar entre ciudadanos pobres y ricos. Hoy día, cualquier persona es vulnerable ante la ola de robos y asaltos que sacuden al país.
Negligencia
El principal problema radica en la poca preparación que tienen las fuerzas de seguridad en el Paraguay. Los agentes policiales, además de tropezar con inconvenientes para escribir correctamente en su informe o acta de procedimiento, conocen apenas lo mínimo de las formas de procedimiento ante cualquier hecho. Por tal motivo, generalmente actúan con más violencia de lo debido y son poco capaces de reaccionar para evitar los sucesos delictivos
Cómplices o autores
La población paraguaya sufre el auge de la delincuencia como consecuencia de estar bajo "protección" de centenares de efectivos corruptos. Numerosos policías forman parte de verdaderas bandas criminales y participan de robos, asaltos, extorsiones y secuestros. Otros brindan protección a gavillas que trafican drogas, cometen atracos y otros delitos, a cambio de altas sumas de dinero.
Este problema tiende a aumentar antes que disminuir, por la impunidad que existe en el cuadro policial y en el sistema administrativo del Estado.
El gobierno actual también es responsable de la dramática situación de inseguridad que vive la población, al no ofrecer soluciones adecuadas.
Arnaldo Cardozo
acardozo@abc.com.py
Osvaldo J. Cazenave
cazenave@abc.com.py
"La violencia es una constante en la vida de un gran número de personas en todo el mundo, y nos afecta a todos de un modo u otro. Para muchos, permanecer a salvo consiste en cerrar puertas y ventanas, y evitar lugares peligrosos. Para otros, no hay escapatoria, porque la amenaza de la violencia está detrás de esas puertas, oculta a los ojos de los demás. Y para quienes viven en medio de guerras y conflictos, la violencia impregna todos los aspectos de la vida", señaló en 2002 la doctora Gro Harlem Brundtland, directora general de la Organización Mundial de la Salud, en "Informe Mundial sobre la violencia y la salud".
Esa misma situación se vive en nuestro país desde hace varios años, y el problema incluso alcanza proporciones epidémicas, pese a que las autoridades responsables de la seguridad se resisten a aceptar.
La violencia y la inseguridad amenazan la estabilidad del país, al afectar principalmente el sector económico y social. Esto, por un lado, al debilitar el sistema democrático y, por el otro, obligan a invertir una enorme cantidad de recursos públicos y privados, que son indispensables para el desarrollo y el crecimiento.
Hace tiempo, la inseguridad dejó de seleccionar entre ciudadanos pobres y ricos. Hoy día, cualquier persona es vulnerable ante la ola de robos y asaltos que sacuden al país.
Negligencia
El principal problema radica en la poca preparación que tienen las fuerzas de seguridad en el Paraguay. Los agentes policiales, además de tropezar con inconvenientes para escribir correctamente en su informe o acta de procedimiento, conocen apenas lo mínimo de las formas de procedimiento ante cualquier hecho. Por tal motivo, generalmente actúan con más violencia de lo debido y son poco capaces de reaccionar para evitar los sucesos delictivos
Cómplices o autores
La población paraguaya sufre el auge de la delincuencia como consecuencia de estar bajo "protección" de centenares de efectivos corruptos. Numerosos policías forman parte de verdaderas bandas criminales y participan de robos, asaltos, extorsiones y secuestros. Otros brindan protección a gavillas que trafican drogas, cometen atracos y otros delitos, a cambio de altas sumas de dinero.
Este problema tiende a aumentar antes que disminuir, por la impunidad que existe en el cuadro policial y en el sistema administrativo del Estado.
El gobierno actual también es responsable de la dramática situación de inseguridad que vive la población, al no ofrecer soluciones adecuadas.
Arnaldo Cardozo
acardozo@abc.com.py
Osvaldo J. Cazenave
cazenave@abc.com.py