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El primer atentado de la semana en Amambay ocurrió varios minutos después del mediodía del lunes 18 de este mes, cuando un grupo de sicarios emboscó y disparó contra una lujosa camioneta en la cual se desplazaba Álvaro González Cañete, de 55 años, alias “Mbarakaja Hû”, supuesto pistolero al servicio del grupo criminal brasileño Primer Comando Capital (PCC). Fue en pleno centro de la ciudad de Pedro Juan Caballero.
El presunto malviviente resultó gravemente herido, pero sobrevivió y fue auxiliado hasta un centro asistencial de la capital del departamento de Amambay. Posteriormente lo trasladaron a un hospital de Asunción.
Los investigadores policiales sospechan que González Cañete habría delatado las tareas de los narcotraficantes en la zona de Capitán Bado (Amambay), lo que permitió a los antidrogas desplegar un operativo el 11 de abril último, que derivó en la detención de los bolivianos Miguel Alvio Yolvio, un piloto de 58 años, alias “Viejito”, y Manuel Rueda Garzón (48), alias “Tarija”, y de los paraguayos José Miguel Acosta Zarza (29), Marcial Sanguina Candia (34) y Mauricio Vázquez Dávalos (29). Durante la intervención se incautó una de las avionetas de la organización, cargada con 200 kilos de cocaína, cuyo destino final debía ser Brasil.
Un arsenal
Horas después del ataque al presunto sicario, la Policía y Fiscalía efectuaron un allanamiento en una vivienda de la misma ciudad, donde hallaron al menos tres metralletas, tres pistolas con cargadores reforzados y un revólver, además de vestimentas tipo uniformes, tres chalecos antibalas, cuatro botas negras, pasamontañas, guantes y otras prendas similares a las utilizadas por las fuerzas especiales brasileñas.
Igualmente decomisaron una camioneta Hyundai Tucson con chapa brasileña y otra de la marca Chevrolet S10, sin matrícula.
Los investigadores señalaron que los vehículos y las armas pertenecerían a sicarios al servicio de una poderosa estructura del tráfico de drogas que opera en la frontera seca entre Paraguay y Brasil. Esta organización estaría detrás de otros violentos ataques ocurridos en los últimos tiempos en la región.
El segundo caso
Al día siguiente del primer ataque, específicamente en las últimas horas de la tarde del martes 19, se produjo otro atentado en Pedro Juan Caballero, ocasión en que fue eliminado el brasileño Adriano Cunha Dos Santos (34), quien residía en la ciudad de Dourados, Brasil, a unos 100 kilómetros de la frontera.
El extranjero fue atacado cuando estaba en su camioneta Volkswagen tipo Amarok, color blanco, con chapa brasileña, en el estacionamiento de un centro comercial. Un grupo de desconocidos llegó en otra camioneta de la marca Toyota Fortuner, de color oscuro, y perpetró el atentado a tiros, tras lo cual escaparon hacia el vecino país, según las pesquisas.
Los investigadores señalaron que según los informes obtenidos en los últimos días, la muerte del brasileño fue ordenado por narcos y existen indicios de que se relaciona con el fallido asesinato de González, alias “Mbarakaja Hû”.
También en Ponta Porã
La extrema violencia generada por organizaciones del crimen organizado no solo afecta al lado paraguayo, sino a toda la región de la frontera seca entre Paraguay y Brasil.
Según datos de la Policía del vecino país, en la madrugada del miércoles un hombre identificado como Denis Ayala de Lima también fue ultimado de varios balazos en Ponta Porã, en un “ajuste de cuentas” que también podría tener vinculación con los crímenes ocurridos en Pedro Juan Caballero.
Temen más atentados
Los encargados de la investigación de asesinatos ocurridos en el departamento de Amambay aseguraron temer que se produjeran más atentados entre narcotraficantes en esa región del país, en las próximas semanas. La sospecha se sustenta en el fallido asesinato del presunto sicario Álvaro González Cañete, alias “Mbarakaja Hû”. E incluso la tensión crece ya que pocas horas después de este ataque la Policía logró ubicar el depósito donde los criminales guardaron vehículos y armamentos valuados en miles de dólares, conforme a los datos suministrados.
Los informes hacen suponer que quien o quienes ordenaron la muerte de Álvaro González “pedirán explicaciones” a los sicarios que fallaron en su objetivo, y que además ocasionaron grandes pérdidas en la incautación de armas y vehículos.
Tal es así que se manejan informaciones de que el brasileño Adriano Cunha Dos Santos fue la primera víctima del fallido atentado, ya que habría sido el encargado de esa “operación”, según la Policía.
De los datos obtenidos se desprende que la misma organización criminal afectada por la operación que culminó con el decomiso del cargamento de 200 kilos de cocaína en Capitán Bado, estuvo detrás de los dos ataques sucesivos ocurridos en la capital del departamento de Amambay, muy golpeado en los últimos tiempos por la extrema violencia a raíz de la “guerra” entre facciones que se dedican a la producción y tráfico de estupefacientes.
Por otro lado, un alto jefe policial encargado de la pesquisa confirmó que no existe información alguna para sustentar que los últimos ataques ocurridos en Amambay tiene vinculación con el atentado que costó la vida al exdiputado colorado Magdaleno Silva, a su hijo Fernando, el ganadero Félix Peña y el hijo de este, Isaac Peña, ocurrido el 5 de mayo último en Yby Yaú, Concepción.
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