En nuestra edición del martes último publicamos una carta remitida por Alfredo Jaeggli (h) a la dirección de nuestro diario.
La finca 236 de Villa de San Pedro tiene un asiento registral falso. En el año 2002, sin la presentación del título de propiedad, fue vendida a la abogada Gilda Bordón Roux. El inmueble, convertido en finca 2108 por mandato judicial, fue entregado por la abogada a su exmarido, así como a Alfredo Jaeggli (h). De compradora, se convirtió en vendedora y representante de Jaeggli.
El líder de la comunidad aborigen Jukyry, Rafael Recalde, confirmó que tienen tierra desde 1973. En el año 2008, Alfredo Jaeggli (h) firmó un contrato con el MOPC para la venta de 1.500 hectáreas para esta misma comunidad. Jaeggli (h) pretende cobrar US$ 4 millones al Estado por una finca que no existe.
Alfredo Jaeggli (h) reclama US$ 4 millones al Estado. Sin embargo, Jaeggli (h) no tiene ni la propiedad ni la posesión del inmueble cuyo pago exige. La finca 2108 apareció en Alto Paraná aunque su lugar de origen es Canindeyú. Una recorrida en el lugar permitió verificar que la finca que reivindica está superpuesta con tierras tituladas del Indert y el Indi.
Alfredo Jaeggli (h) reclama US$ 4 millones al Estado: una finca falsa y un nombre que no existe sostienen un montaje fraudulento de documentos. La Procuraduría General presentó una acción de nulidad ante la justicia. Jaeggli (h) pide el pago por una tierra que no entregó.
El laboratorio forense del Ministerio Público realizó una pericia de los documentos que utiliza Alfredo Jaeggli (h) para reclamar US$ 4 millones al Estado. El dictamen concluyó que la documentación es falsa. Procuraduría pide nulidad, pero no hay juez para atender el caso.