El anuncio del Ing. Walter Causarano, gerente técnico de la ANDE, de que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) financiará con una donación un nuevo estudio de factibilidad para determinar la conveniencia de la maquinización de la presa de Yguazú, o el aumento de unidades generadoras en la hidroeléctrica de Acaray, abre la posibilidad de reflotar las obras de turbinado en la primera de ellas para generación de energía de punta.
Las alevosas manipulaciones del pliego de licitación realizadas por la ANDE en la compra e instalación de turbinas en la presa Yguazú quebró la regla de la equidad. En etapa de consultas aclaratorias pidió al consorcio adjudicado correcciones y cambios en su propuesta.
El proyecto de los consultores paraguayos no es viable técnicamente “porque quedarían anulados los vertederos”, dijo el presidente de la ANDE, Ing. Víctor Romero Solís, en la conferencia de prensa que realizó el día 6 de este mes sobre el proyecto de maquinización de las obras de Yguazú.
Además de riesgoso, el anteproyecto original, así como está elaborado, con sus posibles costos adicionales, económicamente no es conveniente, ya que “su producción (energía) probablemente sea como mínimo cinco veces más de lo que actualmente le cuesta a la ANDE”, afirma el Ing. Ernesto Samaniego, técnico del sector.
Con base en el anteproyecto propuesto por la consultora japonesa Nippon Koei, el costo de producción de la energía en la central de Yguazú sería muy elevado. Si se tiene en cuenta un “costo inicial” de la obra de US$ 480 millones, más amortización 30 años, interés 2% (del préstamo japonés), el costo final estaría en el orden de 120 US$/MWh. Para tener un parámetro, el costo aproximado de la energía generada por Itaipú, en barras, según ANDE, es de unos 43 US$/MWh, mientras que el costo medio de energía de punta en Brasil es US$ 140 MWh. En tanto, el costo con base en el proyecto alternativo propuesto por consultores paraguayos sería en el orden de 85 US$/MWh.
El presidente de la ANDE, Ing. Víctor Romero, se justificó diciendo que el contrato que firmarán con el consorcio Toshiba Corporation-Mitsui & Co. establece que los plazos están sujetos a la adjudicación de las obras civiles, de las que ni siquiera tienen aprobados los pliegos.