Falta de gestión y crédito que queda en el aire

Inicialmente, para las obras de maquinización de la represa de Yguazú, la ANDE disponía de un crédito de 200 millones de dólares otorgado por el Japan Bank Internacional Corporation (JBIC), cuya aprobación se demoró en el Parlamento hasta el año 2007, y la empresa estatal de electricidad aportaría 40 millones de dólares como contrapartida, y se dispondría así de unos 240 millones de dólares para financiar los trabajos. Estas tareas fueron divididas en cuatro etapas a ser licitadas a través de dos licitaciones nacionales y dos internacionales.

Cargando...

Sin embargo, durante siete 7 años, y después de un total de cinco licitaciones fallidas, la ANDE no pudo iniciar las obras de la central hidroeléctrica de Yguazú, siendo que en 2017 ya debía comenzar el pago por los trabajos, que en este caso estuvieron lejos de comenzar.

Además, la consultora nipona Nippon Koei Lac Co. Ltd., contratada por la ANDE para la fiscalización de los trabajos, nunca presentó un proyecto ejecutivo, pero pese a ello, la empresa estatal estuvo dispuesta a contraer millonarias obligaciones por ciertas tareas que con seguridad podrían variar sustancialmente durante la construcción, dado que la adjudicataria se encargaría de “establecer” el costo final de la obras.

Además, los precios ofertados en las licitaciones internacionales demostraron que el “anteproyecto” propuesto por la consultora japonesa Nippon Koei no era viable, por superar largamente la partida disponible, por lo que en casi 7 años solo se pudo concluir la primera etapa: “Accesos y obrador”, Lote 1, que fuera adjudicada a la empresa TR Edivisa, por US$ 3,6 millones.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...