Frente a una masiva concurrencia de jóvenes en la Costanera de Asunción, el papa Francisco les exhortó a cambiar la sociedad. A tres años de aquella memorable visita, aún resuena el pedido del Sumo Pontífice: “Hagan lío que nos dé un corazón libre”.
En su reciente viaje apostólico a Ecuador, Bolivia y Paraguay, el papa Francisco arremetió contra el descarte, los atentados al ecosistema y la economía que no está al servicio del pueblo. Sin embargo, solo en nuestro país pidió al presidente Cartes luchar contra la corrupción. No lo hizo en los otros países, donde también la corrupción es causa de la pobreza.
Indudablemente, el papa Francisco es un líder carismático mundial, capaz de generar suficientes seguidores. Un líder, desde luego, es una persona a quien uno seguiría para llegar a lugares a donde uno probablemente no iría por sí solo. Pero un líder necesita de seguidores. Por eso, Francisco necesita de todos nosotros. Él es fundamentalmente una creación de nuestras necesidades en el mundo en que vivimos.
Desde el miércoles comenzarán a desmontar el retablo del altar diseñado por el artista plástico Koki Ruiz, en el predio de la Fuerza Aérea de Ñu Guasu. Esta noche, desde las 19:30, será la última oportunidad para verlo, enmarcado en un festival artístico.
La Coordinadora de Víctimas del Ycuá enviará al papa Francisco el lapacho bonsái que tenían previsto obsequiarle el domingo a la noche. También le harán llegar una carta. Además pedirán aclaraciones de lo sucedido a todos los responsables de la organización de visita.
El Gobierno, a través de una resolución firmada por la ministra de Educación, Marta Lafuente, se comprometió con el papa Francisco a implementar el proyecto Scholas en Paraguay.