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El masivo ingreso de vehículos en el predio de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP), principalmente de los “invitados especiales” para la misa central celebrada por el papa Francisco, finalmente desencadenó en un enorme congestionamiento dentro y fuera del recinto militar.
A raíz de la improvisación, largas filas de vehículos livianos y buses se registraron dentro de la Fuerza Aérea, poniendo en peligro la vida de los fieles que estaban saliendo masivamente al término de la celebración litúrgica.
La tarea de ordenar el tráfico dentro de la base aérea en la salida estuvo a cargo de los propios efectivos militares, pero estos no pudieron evitar el caos vehicular, provocando largas filas de rodados en todos los accesos habilitados para este fin.
Los conductores que llegaron en sus respectivos vehículos finalmente se quedaron atascados por horas en medio de la multitud que intentaba salir a las avenidas Silvio Pettirossi y Ruta Gral. Aquino.
El tráfico se descontroló cuando efectivos policiales apostados en Gral. Aquino y Sudamericana levantaron el bloqueo y se produjo el ingreso masivo de vehículos desde el centro de Luque, cuyos conductores se aventuraron en avanzar hacia Asunción, a raíz de la masiva salida de la base militar.