El exintendente de Asunción y ahora candidato a otro período Arnaldo Samaniego prometió en el 2010 a los asuncenos una ciudad modelo, diferente, sin los problemas que en ese entonces la aquejaban. Cinco años después, los habitantes de la capital siguen sufriendo las consecuencias de la falta de planificación, la desidia y el abandono que dejan a la “Madre de ciudades” muy lejos de la imagen que presentó el colorado en su folleto de campaña.
La mayoría de las viviendas antiguas, localizadas principalmente en el centro histórico de Asunción, siguen en estado “regular”, aunque también existen casas en ruinas, según la arquitecta María Teresa Miranda, jefa de Patrimonio de la Municipalidad de Asunción. Devolverles su vida útil depende de la creatividad de los arquitectos proyectistas.
Varios edificios en altura que se construyen en Asunción están en conflicto y en graves problemas con los vecinos. La mayoría se construye en zonas inicialmente residenciales, de viviendas unifamiliares según el actual Plan Regulador. Sin embargo, mediante ordenanzas puntuales, los concejales fueron modificando este plan maestro para habilitarlos.
La ola de intenso calor que atraviesa nuestra ciudad denota los graves déficits prácticos que padece la avenida Costanera de Asunción. El sitio, que recibe una gran cantidad de visitantes, carece de sombra, agua para beber y baños. Además, la bahía está altamente contaminada.
El proyecto de modificar el monumento y erigir la imagen de la Virgen de la Asunción en la cumbre del Cerro Lambaré genera reacciones de contribuyentes y personalidades del ámbito artístico. Desde la Municipalidad de Asunción, las autoridades defienden la “puesta en valor” del cerro.
La actual Avda. Artigas, bautizada en tiempos de Carlos A. López como “Calle de los Arroyos”, guarda bajo la capa de asfalto vestigios de las enormes piedras basálticas extraídas del Cerro Tacumbú. Si bien la explotación de este promontorio trajo progreso al permitir el pavimento de las calles, también acabó con un paisaje natural de la “Madre de Ciudades”.
En una de las zonas de mayor potencial inmobiliario de la avenida Costanera, los responsables del proyecto construyen el llamado “Barrio Social General Santos”, donde reubicarán a 120 familias, varias trasladadas del “Barrio Chino”. La villa podría terminar siendo un gueto al estilo Pelopincho o San Felipe y antes que atraer a los inversores los ahuyentará.