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Las construcciones en altura ponen en entredicho a pobladores, constructoras y autoridades municipales. Uno de los casos más emblemáticos fue el del Edificio Dominica, sobre la Avda. Molas López y Gerónimo Zubizarreta, en el barrio Las Lomas. En marzo del 2012, mientras avanzaba la construcción, los vecinos empezaron a manifestarse y a ejercer presión sobre los concejales para prohibir los edificios en altura en la zona.
La obra encarada por las firmas Proyectos e Inversiones SA y Blok SRL fue proyectada inicialmente con 14 pisos, pero luego se redujo a cinco pisos, porque en junio de 2012 la Junta Municipal modificó la Ordenanza 182/04 “Plan Regulador” a través de la Ordenanza 122/12.
Otro caso que derivó en un proceso judicial es la construcción del Edificio Altagracia, en Avda. Santa Teresa entre Concejal Vargas y Bernardino Caballero, que comenzó en febrero de 2010. Cuando llegó a una altura considerable, la familia Bataglia Frutos, cuyo terreno es colindante, denunció a la empresa constructora Gustafson & Asociados por los graves daños ocasionados a su residencia. La familia se vio obligada a mudarse a otra casa, ante el peligro que acechaba a sus miembros.
El Dr. Ramón Bataglia, propietario de la residencia familiar, detalló los innumerables inconvenientes causados por la obra: derrumbes, un incendio y la caída constante de materiales que agujereaban el techo.
La construcción avanza sin pausa, a pesar de contar con órdenes de paro de obras por parte de la Municipalidad de Asunción, por no adecuarse a las ordenanzas vigentes, y pese al proceso judicial, por actividades peligrosas en la construcción.
Los frentistas de la calle El Dorado y las adyacentes Tte. Ricardo Cocco Riveros, Hon. Prof. Dr. Gaetano Martino y Tte. 2º Gorgonio Ross, también tienen conflictos y critican a las autoridades municipales por haber modificado el Plan Regulador para permitir un edificio en la zona residencial.
“El Plan Regulador de la Ciudad de Asunción es un plan maestro, estudiado, con proyección, que permite ciertos ajustes, pero no a la medida de las ambiciones de unos pocos inversionistas”, dijo el Arq. Luis Guanes, uno de los habitantes y afectados del barrio Mcal. López.
“Nuestro barrio es exclusivamente residencial, unifamiliar, AR1-A, según el Plan Regulador de la Ciudad de Asunción, y no corresponde la construcción de ningún tipo de edificio en esta zona”, enfatizó.
Fue al referirse a la Ordenanza N° 104/12, por medio de la cual las autoridades municipales permiten a los propietarios de inmuebles, con frentes sobre la Franja Mixta (residencial-comercial) y la Franja Residencial (viviendas familiares) respectivamente, unificar las cuentas catastrales de sus propiedades y poder construir edificios en altura hacia el área residencial.
El caso más reciente, se dio el viernes último con el desplome de los cimientos de la vivienda ubicada en Callejón 1 c/ Pitiantuta, del barrio Mariscal López, a causa de una falla en la seguridad perimetral en la zona de obras del futuro Edificio Trieste. La obra comenzó hace cuatro meses y desde entonces generó quejas, por el paso de camiones por el Callejón 1, sin salida, y por el peligro latente de desmoronamiento que finalmente se produjo.
La intención actual de las autoridades municipales es reemplazar el Plan Regulador de la Ciudad de Asunción vigente por un Código de Ordenamiento Territorial, que aseguran apunta a fortalecer cuatro puntos o centralidades de la ciudad: microcentro, franja costera, corredores urbanos y barrios, en un trabajo conjunto con las municipalidades del Área Metropolitana, con las cuales ya firmó un convenio para el desarrollo conjunto de este código.