Hace casi siete meses de la aprobación del proyecto de ley de “Tren de cercanías” y hasta el momento no avanza ni siquiera en la firma del acuerdo con Corea del Sur. Mientras tanto, reliquias del ferrocarril se pudren en la antigua estación Botánico.
Fepasa anunció ayer que rechazó el proyecto del MOPC de instalar uno de los accesos de la autopista Ñu Guasu en la Estación Botánico. Ahora planean un paso subterráneo por el mismo lugar como alternativa.
De permitirse la mutilación de la Estación Botánico, este hecho conllevaría una gravedad mucho mayor aún que las situaciones de atropello a los bienes ferroviarios que motivaron una reciente denuncia ante la Fiscalía por parte de un grupo de abogados que ha solicitado la investigación y procesamiento de las principales autoridades que han propiciado, primero la entrega de la franja de dominio del ferrocarril y luego la destrucción de rieles y del trazado histórico del tren en un tramo de 6,3 kilómetros en Ñu Guasu.
Como la Municipalidad capitalina les negó toda posibilidad de tocar el Jardín Botánico, los constructores de la improvisada autopista Ñu Guasu están a punto de ampliar su atropello al patrimonio ferroviario y mutilar la histórica Estación Botánico a fin de que su obra tenga la salida que precisa a la Transchaco.