La realidad de la inundación en nuestro país nos convoca a la solidaridad. Los más afectados y sensibles a todo tipo de enfermedades son los niños y ancianos.
Hoy veremos otra parte importante en el quehacer del vivero escolar: la propagación o multiplicación de plantitas.
¡Estamos de vuelta! Iniciamos el año escolar con el mismo ímpetu y alegría de siempre: aprender para mejorar nuestro entorno, el de nuestra casa y la comunidad. Recordemos que nuestro objetivo no es realizar acciones grandes y, a veces, inalcanzables, sino pequeñas cosas, tareas sencillas, aquellas que en la práctica tienen mayor impacto. En ese sentido, este año tenemos muchos temas en nuestra agenda.
En una reciente información leíamos que a la fecha el «dengue ya está ocasionando varias muertes en tan solo 60 días». El causante de los fallecimientos es un pequeño insecto llamado «Aedes aegypti», se trata del mosquito que no perdona, que hasta ahora tiene el poder de matar, porque las personas se lo permitimos, dejando que los criaderos se multipliquen más y más.
La eliminación de los criaderos de mosquitos es fundamental, pero esta tarea pasa por el trabajo comunitario, solamente un trabajo conjunto de vecinos puede tener mayor impacto para prevenir o minimizar la propagación de los peligrosos insectos.
Tengamos presente nuestra máxima: «Un pequeño vivero forestal en todas las escuelas del país puede marcar la diferencia».