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El envase tiene la función de retener la tierra hasta que la planta crezca. Debe tener agujeros en la base para dejar salir el agua, de ese modo no se pudren las raíces. Hay muchos tipos de envases, pero los más comunes en los viveros son las bolsas de plástico, estos vienen de diferentes tamaños y grosor.
Los grandes viveros usan unas bandejas de plástico duro, que se pueden utilizar muchas veces y por varios años. Cada bandeja tiene varios huecos, uno para cada planta. Las botellas descartables de gaseosa son una buena opción para envases. Pueden usarse varias veces, no tienen costo y es una forma de reutilizarlas.
Una plantita que tiene muchas raíces necesita, por lo menos, un envase de medio litro de capacidad. Si el envase queda chico y las plantas van a seguir en el vivero, debemos trasplantarlas a envases más grandes, porque si no la planta se debilita, y puede enfermarse.
La tierra para almácigos y macetas debe dejar entrar y retener el agua, ser rica en nutrientes, blanda para que la raíz pueda crecer y no desarmarse cuando se saque el envase. Para ello, se prepara un sustrato mezclando distintos materiales, como arena, mantillo, lombricompuesto, abono, tierra, entre otros. La mezcla debe pasarse por una zaranda para que sea bien fina y no lleve piedras, basuras o terrones. Amasando un poco de sustrato se prueba si la mezcla es buena para retener el agua y los nutrientes.
¿Qué se puede hacer?
Recolecta la mayor cantidad posible de envases de plásticos, sachets de leche o yogur, latas, otros, para reutilizarlos en el trasplante de plantines. No olvides: «Un pequeño vivero forestal en todas las escuelas del país puede marcar la diferencia».
Actividades
1. Reutiliza envases de plásticos para recepcionar plantines de especies forestales.
2.Traslada plantitas del almácigo a las macetitas de plásticos.
Fuente: INTA. (s/f). El vivero forestal. Consultado 16.5.19. Disponible en https://inta.gob.ar/sites/default/files/script-tmp-inta-viveroforestal.pdf