La guerra conlleva la decisión de aceptar cualquier sacrificio, por más extremo que sea. El Paraguay lo demostró en su voluntad de defender esta tierra contra la Triple Alianza. Esta voluntad, sin dudas, está profundamente embebida en el carácter del pueblo paraguayo. Ya en tiempos de la colonia el Paraguay era asediado por diferentes tribus y por países vecinos que querían anexarla. El Dr. Francia y Carlos Antonio López, por eso tenían metido en la medula la idea de “la independencia o muerte” y Francisco Solano López ordenó a su pueblo “vencer o morir”. El gran líder de la Guerra del Chaco, Mariscal José Félix Estigarribia, lo demostró 60 años después de que siempre estuvimos dispuestos en ser autosuficientes y que hemos sido forzados en aceptar las mayores adversidades y las más severas penurias como una experiencia frecuente entre nosotros.
Este estudiante estaba cursando el último año de la secundaria. Se le conocía como un excelente deportista y un gran amante de la música. Tenía muy buenas notas y era candidato para obtener una beca; de manera a poder seguir sus estudios universitarios.
Hay cosas que no se pueden mezclar dentro de nuestro cuerpo. Por eso, en medicina siempre estudiamos los medicamentos que no deben mezclarse entre sí y ahora también conocemos las otras sustancias capaces de afectar la efectividad de algunos medicamentos en nuestro cuerpo. Es esencial que usted consulte primero con su médico antes de tomar un medicamento y no después. El consejo de automedicarse, diciendo que “si los síntomas persisten, consulte con su médico”, no ayuda a prevenir las posibles complicaciones del mal uso de los medicamentos.
Hay cosas que no se mezclan bien dentro del cuerpo y eso pasa con los medicamentos y algunas substancias alimenticias. Tal vez escuchaste antes que algunos medicamentos no se deben tomar juntos, pero quizás no sabes que ciertas bebidas o comidas también pueden afectar la efectividad de tus medicamentos.
Desde hace bastante tiempo, el Paraguay, pese al aumento de su producto interno bruto (PIB), se enfrenta al “desarrollo ausente”, es decir, al crecimiento económico en que unos pocos sectores tienen altas tasas de ingreso, mientras que la mayoría decrece.
Gobernar el Paraguay con eficacia, nunca fue tarea fácil. Hasta los políticos más pintados tuvieron sus desaciertos en esta labor; sin importar que hayan sido militares, ingenieros, abogados, periodistas, obispos, médicos o empresarios. Una de las razones fundamentales de esta gran dificultad ha sido, sin dudas, la corrupción enraizada entre nosotros; que gradualmente, fue convirtiéndose en una cultura ante la ausencia de ética. La cultura actual y la falta de ética en nuestro país son los mayores impedimentos para obtener logros en la misma política como instrumento de desarrollo.
El Paraguay es actualmente el país con mayor crecimiento económico en la región. Lastimosamente, este crecimiento económico se encuentra amenazado en su continuidad porque el Estado paraguayo, que debiera proteger la vida y la propiedad de sus ciudadanos, ha relegado la seguridad como una prioridad. Olvidamos que el Estado fue creado básicamente para proveer la seguridad de los ciudadanos.
Te hablaré de esa cruz, de esa cruz de mi niñez, de esas cruces a la vera de los caminos que hoy ya no sé cómo encontrar. Eran cruces rústicas, pintadas de negro y hechas de madera que llevaban un paño blanco, bordado, como entrelazadas a ella y cuyos extremos se movían al viento; saludándome al pasar. Entonces, siempre apuraba el trote de mi caballo y apenas tenía tiempo de santiguarme a la ligera. A los pies de aquellas cruces, algunas toscas piedras sujetaban algún candelabro de hojalata en la que una vela nunca faltaba.
La sociedad nació con la aproximación del hombre y la mujer. Ellos originaron la asociación más antigua llamada familia. Luego las familias se asociaron para formar la aldea y cuando las aldeas se unieron, constituyeron el Estado. Es ahí donde verificaron, más plenamente aun, que la convivencia entre los seres humanos no era fácil ni simple. Por eso, habría que organizar la sociedad; principalmente para defenderla contra las agresiones. De esta manera, desde un principio, el núcleo central de la organización del Estado fue la defensa y la seguridad.