La estadística de la Corte revela que el 96,5 por ciento de las recusaciones en el fuero civil son utilizadas para dilatar los procesos. Un proyecto de modificación de tres artículos del Código Procesal Civil busca combatir esas chicanas. La propuesta ya está en poder de los ministros, quienes tienen que dar su visto bueno para que sea presentada ante el Parlamento. La mora y la dilación judicial son problemas que aún no se pudieron combatir.
La dilación de los procesos, especialmente aquellos abiertos a personas con poder político o económico, es uno los problemas que afecta directamente la credibilidad del Poder Judicial. Es por ello que es muy necesario que los magistrados sancionen a los encausados y sus abogados que ejercen en forma abusiva el derecho.
“Basta de chicanas” parecen decir algunas resoluciones dictadas recientemente tanto en primera como segunda instancia, con el notorio propósito de poner freno a las maniobras dilatorias que traban distintos procesos. El expresidente de la Senavitat Gerardo Rolón Pose y el exfiscal Rubén Villalba, son algunos procesados que podrían ir a prisión, a juzgar por la firme postura del Tribunal de Apelación, 4ª sala.
Los procesos a figuras políticas casi siempre sufren todo tipo de retrasos en la justicia ordinaria.
Los procesos por corrupción abiertos a políticos de diferentes partidos siguen cajoneados en el Poder Judicial. Algunos están hace dos, tres y hasta cuatro años sin que siquiera se pueda hacer la audiencia preliminar. Esto lo confirman los informes elevados desde la semana pasada por fiscales de la Unidad de Delitos Económicos al fiscal adjunto Federico Espinoza.