La represa de Yguazú, en el departamento de Alto Paraná, administrada por la ANDE, fue construida en 1977. Tiene 30,5 m de altura y 88 m de coronamiento, y crea un lago con una superficie de 620 km², en el río Yguazú, formando un reservorio de 8.473 millones de m³, con un salto neto de 21 m.
Con fuerte respaldo del Ejecutivo, la ANDE lleva adelante el plan de maquinización de la presa Yguazú, financiado con un crédito del Japón, que resultará insuficiente. Las autoridades admiten que la obra terminará costando unos US$ 300 millones. Desecharon el proyecto que resultaba más económico y se direccionó la licitación.
Pese a que en medios radiales el presidente de ANDE aclaró que el procedimiento empleado por el Comité de Evaluación para el estudio de las ofertas de ANDE y la consultora Nippon Koei se ajustó a los procedimientos establecidos en el pliego de bases de la licitación, la realidad sería otra.
Según el anteproyecto de la Nippon Koei, las obras de turbinado del Yguazú demandarán ocho etapas. El proyecto alternativo de consultores paraguayos requerirá solo dos, que se realizarán simultáneamente, se acortará el plazo de ejecución, se eliminarán riesgos potenciales y, según valores ofertados en la última licitación, resultará 60% más económico.
Básicamente, el anteproyecto propuesto por la firma japonesa Nippon Koei prevé construir un embalse provisorio de contención de 870 metros dentro del área del embalse, con profundidades de hasta 21 metros, para construir la sala de máquinas y realizar la estructura del canal de ingreso y toma de agua.