En pleno barrio Recoleta, sobre Cruz del Chaco esquina Du Graty, hay numerosas lanchas en las veredas y el asfalto. Esto sigue pese a las quejas, por la desidia de la Municipalidad de Asunción e incapacidad de gestión de Mario Ferreiro.
Hace cinco meses la Armada adquirió 70 lanchas, que costaron un total de G. 7.000 millones (US$ 1,5 millones). Pese a la millonaria inversión, el control en los ríos sigue siendo nulo, por lo que el contrabando de productos argentinos sigue tan campante. Por su parte, Aduanas se queja de que solo tiene una embarcación operativa.
Solo tres de las 12 lanchas del Detave están en condiciones para ser utilizadas en la lucha contra el contrabando a nivel país. Las precariedades igualmente se extienden al personal, ya que se cuenta con poco más de 100 funcionarios para el combate.
Tres lanchas de la Dirección Nacional de Aduanas quedaron bajo agua en el puerto de Asunción, debido a las últimas lluvias. Los funcionarios rescataron las embarcaciones.
Luego de cuatro años de estar suspendido fue restablecido, el pasado lunes, el servicio de lanchas entre Encarnación y Posadas (Argentina). El transporte opera desde el puerto ubicado en el barrio Pacucuá, habilitado oficialmente por la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) el viernes 19 de julio.
Para el sector privado, en la práctica, Aduanas está aislada y sola en el combate al contrabando de productos. Ayer, miembros de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP) se reunieron con la directora de la institución, Rocío Vallejo, para hablar de la necesidad de mejorar los controles. Acordaron intercambiar información y pedir el apoyo de otras instituciones.