Una turba conformada por indígenas de la parcialidad Maká fueron denunciados como los agresores de dos personas en un hecho ocurrido ayer, domingo, en Mariano Roque Alonso. En un video se observa cómo los nativos atacan una casa.
ASUNCIÓN (EFE). Los indígenas maká de la comunidad de Qemkuket, próxima a Asunción, protagonizan a través de spots publicitarios una campaña por la erradicación del hambre en el Paraguay, que afecta a 11% de la población del país, que cuenta con un total de 6,7 millones de habitantes.
Más atención a los adultos mayores y a la juventud y viviendas sociales para los indígenas maká prometió anoche el presidente Cartes en el cierre de campaña electoral de Heriberto Mármol, candidato colorado a la reelección en la Intendencia de Mariano Roque Alonso. Ante una concurrencia que no llenó el local de la seccional colorada número 2, el Presidente dijo que los colorados de Mariano Roque Alonso superaron las internas y que ganarán en las municipales del próximo domingo. Se preguntó de qué sirve mantener las diferencias “cuando el gran Partido Colorado ya tocó la trompeta y llamó a sus mejores soldadas y soldados” (sic) para la contienda electoral. El Presidente en su destaque a la unidad colorada dijo que ya estaba tranquilo porque lo vio en el palco a Walberto Zárate, el cuestionado exintendente de Mariano Roque Alonso, con quien al término del acto se abrazó. El intendente actual de Mariano Roque Alonso, Carlos Galeano, prometió trabajar por la reelección del presidente Cartes, presentado en otros actos como el “tercer reconstructor” del país.
Ley 904/81 “Estatuto de las Comunidades Indígenas” ha'eháicha Código Rural omopyendáva obligaciones Estado paraguayo orekóva oñangarekóvo pueblo originario rehe.
El pueblo Maká prepara una denuncia contra el Indert ante el Consejo Mundial Indígena, por la negativa del instituto agrario de titular las tierras que legítimamente pertenecen a la comunidad.
De 1944 a hoy pasaron 70 años, lapso que los indígenas maká llevan esperando el título de propiedad de las tierras que sirven de asiento a su colonia. Alberto Alderete, siendo titular del Indert, redujo en forma arbitraria la superficie de 335 hectáreas originales a solo 104, prometiendo entregar “más tarde” lo que faltaba.