Los maká exigen al Indert titulación de tierras ubicadas en Villa Hayes

Andrés Chemei reclama al Indert la entrega de títulos de propiedad de inmuebles de la comunidad en Villa Hayes. El líder maká reivindica derechos otorgados por un decreto de 1942 que entregó tales tierras. El Estatuto de Comunidades Indígenas reconoce derecho al espacio vital.

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Andrés Chemei, cacique del pueblo maká, reclama al Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) la entrega de títulos de inmuebles que pertenecen a la comunidad pero que aún carecen de documentación.

En 1942 el Estado paraguayo entregó al pueblo maká casi 400 hectáreas de tierra en Villa Hayes, en las inmediaciones de Chaco’i.

En aquel entonces, esas tierras no tenían mayor valor; en realidad, hasta hace 5 años atrás seguían en las mismas condiciones.

Las tierras se encuentran localizadas a orillas del río Paraguay, frente a Puerto Botánico, en el sector con mayor tráfico de la hidrovía.

Si las tierras de los maká antes no valían nada, por eso se les entregó; hoy día tienen un gran valor y esto explica los intentos de usurpación.

Un ejemplo de despojo es el juicio que el Indert mantiene con la firma Enrique Remmele SACI; la firma perdió la demanda en todas las instancia, pero sigue en posesión de la tierra de los maká en Villa Hayes.

Reivindica tierras

Don Andrés reclama al Indert la titulación de sus tierras. “La falta de documentos permitió el despojo de buena parte de las 400 hectáreas que nos entregaron en 1942”, dijo.

Agregó que “los inmuebles se encuentran en Chaco’i. Es una zona cortada por riachos naturales que forman parte del esteral del río Paraguay”.

Describió la siguiente situación: “Se instalaron empresas y comenzaron a rellenar el esteral. El resultado es que nuestras tierras fueron inundadas por la construcción de muros”.

Dijo además que “las tierras que estamos reclamando servirán para que nuestros jóvenes puedan trabajar en diversas actividades relacionadas con el río”.

En este momento, los maká están tramitando el expediente Nº 789 ante el Indert en procura de asegurar tierras que no sean inundables.

Reclaman 120 hectáreas de tierras fiscales como parte del espacio vital de la comunidad, luego de haber perdido casi 400 hectáreas por despojo y usurpación.

Apenas 120 hectáreas marcan la diferencia entre condenar al pueblo maká a la miseria o darles la oportunidad de trabajar en condiciones de mayor dignidad.

La alternativa de que sigan viviendo de la artesanía es lo mismo que dejar sin futuro a jóvenes que sobreviven hacinados en Mariano Roque Alonso.

El pueblo maká tiene derechos inalienables sobre esas tierras; son suyas. Ahora corresponde titular.

roque@abc.com.py

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