El propio Indert está complicado en el despojo

De 1944 a hoy pasaron 70 años, lapso que los indígenas maká llevan esperando el título de propiedad de las tierras que sirven de asiento a su colonia. Alberto Alderete, siendo titular del Indert, redujo en forma arbitraria la superficie de 335 hectáreas originales a solo 104, prometiendo entregar “más tarde” lo que faltaba.

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El 25 de enero de 1944 se promulgó el Decreto 2190. Este documento del Poder Ejecutivo estableció la entrega de 335 hectáreas en Chaco’i en beneficio de la parcialidad maká.

El decreto de referencia nunca fue modificado, tiene plena vigencia; por lo tanto, es de cumplimiento obligatorio.

Los maká, en cambio, llevan 70 años esperando que el Estado paraguayo entregue el ansiado título de propiedad. ¡70 años!

El decreto dispone que la colonia indígena debe contar con 335 hectáreas; el Indert, en cambio, busca cómo despojar a los maká de 231 hectáreas.

El Dr. Alberto Alderete, siendo titular del Indert, dispuso que la colonia indígena reciba el título sobre una fracción de 104 hectáreas y prometió que “más tarde” sería entregada la superficie faltante.
No llegó el título de las 104 hectáreas y la superficie faltante sigue siendo fiscal.

La codicia de vecinos

La colonia maká está ubicada a orillas del río Paraguay y tiene 2.250 metros de ribera; en este momento, semejante extensión se convierte en una potencial fuente de negocios de alta rentabilidad.

Andrés Chemei, cacique Maká, explicó: “Queremos una oportunidad para llevar una vida digna y buscamos la forma de trabajar en la prestación de servicios fluviales haciendo vigilancia de embarcaciones, alquiler por amarre de barcazas y, si fuera posible, en la instalación de un taller de soldadura”.

No disponen de capital, pero tienen una propiedad que legítima e incuestionablemente pertenece al pueblo maká.

Ahora surge la codicia de dos vecinos: Montealegre SA, de Conrado Hoeckle, y Enrique Remmele SACI, de Gerardo Doll.

Buscan tierra ajena

Según Andrés Chemei, Conrado Hoeckle busca apropiarse en forma ilegítima de unas 180 hectáreas, mientras que Gerardo Doll pretende 18 hectáreas con ribera incluida sobre el río Paraguay.

La empresa transnacional Cargill es una de las principales clientes de Gerardo Doll, y su imagen internacional puede quedar deteriorada en un conflicto en el cual un pueblo indígena es avasallado en su derecho.

El Indert tiene la obligación legal de titular 335 hectáreas en favor de los maká; no existen excusas para posponer esta decisión.

roque@abc.com.py

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