El Conjunto Habitacional Defensores del Chaco, ubicado en el expredio del Instituto de Previsión Social (IPS), frente a la sede de la Asociación Rural del Paraguay, luce en completo estado de abandono, con yuyales y cúmulos de agua que constituyen sitios ideales para los criaderos de mosquitos que pueden transmitir enfermedades como el dengue, chikunguña o zika.
Tras años de abandono renace la posibilidad de convertir un “elefante blanco” de la corrupción en un complejo de soluciones habitacionales. No obstante, sus ruinas mantienen una historia de impunidad a costa del sueño de trabajadores.
Del análisis que se realizó en la mesa interinstitucional para el proyecto habitacional de Mariano Roque Alonso, impulsado por la Senavitat, se concluye que cada unidad habitacional debería ser ofertada a los interesados a unos G. 240 millones, que en este caso no incluyen los intereses para los casos en que van a ser financiados.
La parte del complejo de Mariano que Senavitat adquirió para desarrollar un plan habitacional fue dividida en 15 “macrolotes”, que esperan vender al sector privado, tras una inversión inicial de Itaipú. La intención final es llegar a 3.000 unidades ofertadas en cuotas de G. 2 millones.
La Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) alista el predio de 17,5 hectáreas situado en Mariano Roque Alonso, donde durante años y hasta hace días se encontraba el fallido complejo habitacional de IPS construido durante el gobierno de Juan Carlos Wasmosy (ANR - 1993/1998).
Itaipú Binacional llamó a licitación para demoler la parte construida del inconcluso complejo habitacional de Mariano Roque Alonso, que la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) había adquirido del Instituto de Previsión Social (IPS). Con esto, el Estado estaría perdiendo más de G. 9.000 millones.