El escándalo del lavado de dinero en que aparece como protagonista el brasileño Darío Messer, el “hermano del alma” del presidente de la República Horacio Cartes, pone en entredicho la imagen de honesto que intentó proyectar el mandatario con un gobierno supuestamente alejado de la corrupción. Llegó a indicar que él estaba lejos de correr la suerte de Lula da Silva.
El embajador taiwanés Alexander Yui advierte al Paraguay que no caiga en el engaño de China Popular cuando ofrece “grandes números”. Afirma que la potencia asiática puede comprar en cantidades carne paraguaya, “pero es por un objetivo político”. Rechaza que su país haga la “diplomacia del dólar”.
El presidente Horacio Cartes cumple hoy tres años en el Gobierno. Para la oposición y algunos sectores ciudadanos el empresario devenido político decepcionó al no transformar la administración estatal y no concretar grandes obras, expectativas que generó por ser del sector privado. Sus partidarios, en cambio, lo alaban y piden que intente la reelección.
Pobre presidente Cartes. Un empresario exitoso que está haciendo el sacrificio por muchos al meterse en la sucia política para moralizarla y al mismo tiempo transparentar la gestión pública. Todos los días está recibiendo cachetadas de sus propios colaboradores que no renuncian a los viejos vicios en el manejo del dinero público.
QUITO. La presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, fue la primera en abandonar la IV Cumbre de los jefes y jefas de Estados de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se desarrolla en sede de la Unasur, en Quito, Ecuador.