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Taiwán se esmera en la formación de sus niños y jóvenes desde hace décadas. El cuidado en la preparación no solo se reduce a la inversión en infraestructura adecuada y docentes capacitados, sino en el envío al exterior de los jóvenes para conseguir una instrucción superior. También un tiempo atrás llegaron a repatriar “cerebros” taiwaneses de países, como Estados Unidos, dando privilegios a los que aceptaban retornar a su tierra. Así se formaron villas exclusivas de repatriados.
Por citar algunas cifras, la isla invierte en educación el 20,8% de su presupuesto central de este año que es de 62.410 millones de dólares, es decir, alrededor de 13.000 millones de dólares. La obligatoriedad de asistir al sistema educativo de 9 años pasó a 12, desde el 2014. El índice de alfabetización de personas de 15 años y mayores es de 98,7%, cuenta con 158 universidades y colegios universitarios.
Los parques científicos e industriales son otra apuesta fuerte de Taiwán desde fines de los años 70. Actualmente cuenta con tres grandes centros y unos 50 pequeños públicos y privados. Para tener una idea, el Parque Científico de Hsinchu ocupa un espacio de 1.342 hectáreas, tiene instaladas unas 460 compañías, muchas son las más conocidas multinacionales, cuenta con 130.000 empleados y el ingreso anual es de unos 27.000 millones de dólares, destacan sus administradores. Toda la reserva internacional paraguaya es de casi 8.000 millones de dólares.
Estos parques científicos ubican a Taiwán como uno de los países más avanzados en la industria de la alta tecnología. Son el orgullo de los isleños que resaltan que su nación es uno de los mayores exportadores a nivel mundial de componentes de computadoras y celulares.
Una de las empresas más grandes, la Taiwán Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC), tiene una “capitalización de mercado” de 161.000 millones de dólares actualmente.
El PIB de Taiwán en el 2016 llegó a 529.000 millones de dólares, per cápita 22.530 de la misma moneda, y su reserva en divisas internacionales calculada en marzo último es de 437.500 millones de dólares.
Otro sector desarrollado es la agricultura. Cuenta con varios centros de mejoramiento agrícola que lograron nuevas variedades y alta producción en los cultivos.
Pero Taiwán también tiene sus problemas. Si bien es uno de los países considerados más seguros, en la televisión local se pueden ver casos esporádicos de hechos de violencia, accidentes y hechos delictivos. Tiene una ciudadanía que reclama sus derechos. En los últimos tiempos se han visto protestas y hasta escraches a la presidenta Tsai Ing-wen en actos públicos protagonizados por descontentos con la reforma del sistema jubilatorio.
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