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Chou, director general del Departamento de Asuntos Latinoamericanos y del Caribe de la Cancillería taiwanesa, un veterano de la diplomacia, no anda con rodeos para denunciar el aislamiento diplomático al que quieren someter a su país, según dijo en una reciente reunión con periodistas latinoamericanos, en Taipéi.
Asegura que China tiene vínculos diplomáticos con 172 países y que si busca relacionarse con algunos más es porque tiene la intención de pisotear a Taiwán en la comunidad internacional y a obligar a los taiwaneses que finalmente acepten la reintegración a la potencia continental, sometiéndose a un régimen comunista, “perdiendo democracia, libertad y todo”.
Advierte que el país que acepte ser el socio 173 de la China no tendría el trato que hoy recibe de Taiwán, dada la poca necesidad de aquella nación de sumar aliados. En junio pasado Panamá dejó a Taiwán y estableció relaciones diplomáticas con China.
El embajador Chou enfatiza que China no ha ahorrado esfuerzos para evitar que Taiwán consiga nuevos aliados, porque su política es aislar totalmente a la isla. “Lo que ellos quieren es que Taiwán no tenga ningún contacto en el exterior, quede totalmente aislado, y entonces diga a China, bueno, nosotros aceptamos el comunismo y déjennos en paz”, señala. Agrega que “Taiwán no es un país ni pequeño ni pobre ni mucho menos malo, pero sin embargo sufrimos tanto revés (diplomático), tanto aislamiento internacional, por la sencilla razón de que no queremos ser gobernados por un sistema comunista”. Destaca que pese al hostigamiento chino, Taiwán tiene 20 aliados y mantiene 55 oficinas representativas en diversos países, varias de ellas en las ciudades más importantes de Estados Unidos. Como un ejemplo de las dificultades que tienen a nivel internacional, comentó que cuando “el pueblo taiwanés” decidió donar 100.000 dólares americanos a México por el último terremoto, el Gobierno azteca dudaba en aceptar la donación por miedo a China. “No nos entra en la imaginación que el Gobierno de México, una potencia de 120 millones de habitantes, lo tenía como patata caliente (la donación). No se atrevía a resistir la presión de otra potencia (China)”, relató el exponente de la Cancillería de Taiwán.