Nadie puede discutir la alta misión que debe cumplir el Estado y su órgano de ejecución, la Seprelad, para el combate del lavado de activos, el terrorismo y las armas de destrucción masiva. El terrorismo ha violentado a la sociedad humana y ha causado daños terribles a la convivencia y a la seguridad. El Paraguay está obligado a combatir estos males, por su legislación interna y por los acuerdos internacionales que ha suscrito.
El informe de la Misión de Observación de la Unión Europea, que vino a nuestro país con motivo de las elecciones generales realizadas en abril y cuyo contenido fue dado a conocer recientemente, contiene recomendaciones que deberían ser examinadas para fortalecer el derecho del sufragio y la eficacia de la Justicia Electoral. Esta misión, de ponderada trascendencia internacional, indudablemente, ha podido comprobar la transparencia y la limpieza de las elecciones generales de 21 de abril de 2013. No obstante, sus observaciones en materia electoral deberían ser analizadas para un mejoramiento del Código y la Justicia Electoral paraguayos, que requieren de menos burocracia y aparatosidad.
El Tratado de Asunción de 1991, que creó el Mercado Común del Sur, se apuntalaba en dos pilares fundamentales: la democracia y la solidaridad internacional. Se entendía, en su fase inicial, que para pertenecer al Mercosur, un Estado como socio pleno, tenía que adoptar como forma de gobierno la democracia constitucional, con la plena vigencia del principio de separación de poderes. El bloque se perfilaba, esencialmente, para negociar con las grandes comunidades regionales, como la Unión Europea.
Jacques Maritain influyó de manera decisiva en la filosofía moral contemporánea al desarrollar el fundamento racional de los derechos humanos. Entre otros, el filósofo cristiano logró arraigar su tesis de que el “fundamento filosófico de los derechos del hombre es el derecho natural”, tal como proclamaron las Declaraciones americana y francesa del siglo XVIII.
Si el Paraguay decide volver al Mercosur será necesario determinar bajo qué condición lo haría, debido al estado o situación especial en que se halla después del ingreso de Venezuela, sin su aprobación. No es conveniente que el Paraguay acuda presuroso, con las manos tendidas, cuando se lo llame. Para ese momento debería tener fijada una política que garantice su dignidad y soberanía, pisoteada y ultrajada. Ya afirmé en un artículo anterior que el Mercosur se encontraba sin rumbo político, como los buques a la deriva. El propio Presidente del Uruguay se ha referido recientemente a la “’agenda externa congelada” del Mercosur y, que “se hace necesaria una discusión del rumbo“, “que es bastante claro que estamos muy trancados”.
Las Cumbres de Iberoamérica de jefes de Estado y de jefes de Gobierno tomaron impulso en 1991 en Guadalajara, México, a partir del quinto centenario del encuentro de dos mundos. España tomó la iniciativa de reunir anualmente a los Estados iberoamericanos y a las antiguas metrópolis: España y Portugal. Estos países constituían un grupo de pueblos de una misma raza, lengua, religión y cultura.
Heber Arbuet-Vignali, antiguo catedrático de Derecho Internacional Público del Uruguay, ha realizado un estudio sobre el Laudo Nº 1/2012 del Tribunal Permanente de Revisión del Mercosur, bajo el título de “Un vacío imposible de llenar”. En este estudio, agudo y penetrante, el autor analiza los argumentos de la demanda paraguaya, la contestación conjunta en un solo escrito de Argentina, Brasil y el Uruguay, y del laudo o fallo del Tribunal. Su opinión es que el Tribunal debió no eludir y resolver el fondo de la disputa. En conclusión, afirma que el máximo Tribunal del Mercosur “si solo se limita a decir ‘no soy competente’, abre entonces un vacío imposible de llenar, poniendo en evidencia que el Mercosur …carece de un sistema para resolver una cuestión tan grave…”. Finalmente, sostiene: “Nos encontramos, pues, ante un Mercosur sin seguridad jurídica, ante un Mercosur sin seguridad jurídico-institucional, ante un Mercosur sin credibilidad internacional”.
Jurgen Habermas, filósofo alemán, uno de los representantes más leídos del pensamiento actual, ha afirmado recientemente en un conocido periódico europeo, contrariando a la política de la primer ministro Merkel, que la política europea carece de perspectiva y que la única salida es la profundización de las instituciones europeas, que hoy están en real peligro por la crisis del euro.
La decisión del Mercosur, dictada en Mendoza, Argentina, en forma de DECLARACIÓN, expresa “su más enérgica condena por la ruptura del orden democrático en la República del Paraguay, por no haberse respetado el debido proceso”’, en el juicio político al destituido expresidente, y le suspendió, de forma inmediata, del derecho de participar en los órganos de administración y los demás foros del Mercosur, así como de todas las reuniones. La suspensión se extiende hasta las elecciones generales de abril de 2013.
Al tratar de las relaciones internacionales, la Constitución (Art. 143 Inc. 7) consagra, entre otros no menos trascendentales, el principio de LA NO INTERVENCIÓN. Este precepto no ha sido incluido en nuestra Ley Fundamental, por creación espontánea de los constituyentes, que en su gran mayoría tenían poca noción de la organización del Estado y del Derecho Constitucional.