Semanas atrás habíamos escrito “El peligro de la deforestación en el Chaco” y criticábamos la “ley de deforestación cero”, solo para la Región Oriental, argumentando que las mayores coberturas boscosas estaban en el Chaco y que la forma en que estas eran derribadas para la implantación de pasturas artificiales podría desequilibrar el medioambiente de la Región Occidental e, incluso, llevarlas a la desertización.
El desconocimiento de los legisladores de nuestra realidad en cuanto a bosques hizo que aprobaran la Ley de Deforestación Cero solo para la Región Oriental. Por lo visto, no tenían la menor idea de que en el Chaco estaban las mayores coberturas boscosas del país y que allí estaban ingresando especialmente brasileños y uruguayos, llevados por bajo costo de las tierras, y totalmente equipados para barrer más de 1.000 hectáreas de bosques por día con el objeto de convertirlos en pasturas artificiales para el desarrollo ganadero.
La planta de descontaminación del arroyo Yukyry es uno de los proyectos incluidos en el informe general de lo que pretende construir el coordinador de lo que se haga en el lago y la comisión que preside, para mejorar las condiciones del agua del lago Ypacaraí. Dicen que se trata de una planta para descontaminar el arroyo Yukyry, el más contaminado de los afluentes del lago.
Licitación encubierta –licitación kañy, en nuestra lengua vernácula– es la ideada por el coordinador del lago nombrado por el Poder Ejecutivo, Ing. Alfredo Molinas, para manejar a escondidas un concurso de precios por la friolera de 60 millones de dólares. Financiación facilitada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la adquisición de una planta de tratamiento, aparentemente de líquidos cloacales, con la que se espera resolver el problema del lago Ypacaraí.
Nuestra preocupación es el lago Ypacaraí, su presente y su futuro. No hay ninguna información relacionada con este hermoso recurso turístico que tan estúpidamente fue destruido por la ignorancia e irresponsabilidad de todos. Pero lo que más nos preocupa es lo que hace o no hace el nombrado coordinador. O está enfermo o falleció o no quiere trabajar o el problema le queda muy grande y no sabe qué hacer. Y lo único cierto es que, desde que fue nombrado, en abril pasado, aún no ha hecho nada a pesar de que en una reunión de prensa informó sobre lo que pretendía hacer y que los trabajos comenzarían en mayo.
El pasado mes de abril, el Gobierno nacional pareció despertar de su letargo en lo que al problema del lago Ypacaraí se refiere. Se anunció el nombramiento de un coordinador para entender todo lo relacionado con el problema de la contaminación de sus aguas y que todos los ministerios debían someterse a lo que este funcionario decidiese.
Periódicamente, tanto el río Pilcomayo como los ríos Paraguay y Paraná experimentan crecidas debido a precipitaciones pluviales que abarcan grandes áreas de Bolivia, Paraguay y Brasil. En el caso del río Pilcomayo las crecientes son anuales y predecibles, aunque no se puede precisar con antelación el volumen de las mismas. Y tratándose de los ríos Paraguay y Paraná, si bien tienen periodos de creciente y de estiaje, hay años, como el actual, en que las crecientes superan todas las predicciones.