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El error se origina, por ejemplo, en las copiosas precipitaciones pluviales que de tanto en tanto se producen en la zona y que acumulan 3 o 4 cm de agua de lluvia en la superficie, que le dan al lago un aspecto límpido, no contaminado, como está ocurriendo ahora mismo en la costa de San Bernardino. O con el viento que impulsa hacia alguna dirección la masa contaminante de algas microscópicas y la de cianobacterias, o que la naturaleza misma va a solucionarlo. Pero es absolutamente imposible que esto sea así.
La contaminación es el resultado de decenios de irresponsabilidad de gente inconsciente que no respetó, ni respeta, ese valioso y bellísimo recurso turístico y de recreación.
En este error ha incurrido incluso el excoordinador oficial nombrado por el Poder Ejecutivo. Lógicamente, aquí hubo cierta dosis de ignorancia de la naturaleza del problema. Además, está el hecho de la gran extensión del lago, 60 kilómetros cuadrados, donde no se puede ni soñar con corregir el resultado de errores cometidos durante tanto tiempo con un hecho circunstancial como el viento o una lluvia.
Nosotros creemos que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) está bien encaminado al licitar las redes cloacales que recogerán los líquidos desechados por las ciudades de la cuenca del lago, solo que agregaríamos que tales licitaciones se limiten al ámbito nacional para crear fuentes de trabajo para nacionales que tanta falta hacen.
Diseñar tales redes no es complicado. Lo pueden hacer los ingenieros hidráulicos o sanitarios. Esto movería una enorme cantidad de dinero y el beneficio quedaría en el país.
Una vez estudiada la cuenca, se determinan las ciudades y poblados que van a ser servidos y se estudia la posibilidad de instalar el menor número posible de plantas de tratamiento cloacal, siempre viendo la posibilidad de disminuir las inversiones.
En cuanto al equipamiento para oxigenar el agua del lago, podría ser licitación internacional aunque aquí es absolutamente posible construir gran parte de ello.
Pero nos queda cierta duda en cuanto a lo que están pensando hacer con el agua del arroyo Yukyry. Se habló de instalar una planta de tratamiento para las aguas del arroyo. Esto es un absurdo, completamente fuera de la tecnología del tratamiento de los problemas industriales del agua.
Ya habíamos dicho que con controlar la contaminación de los arroyos por las industrias, lavaderos y otros, se soluciona el problema de manera radical y no hay porqué complicar las cosas ni aumentar los costos.
Aquí hay otra cosa: ¿A quién se le encargó el proyecto? ¿Por qué mantener todo en absoluto secreto? ¿Quién es el responsable de las especificaciones de lo que se va adquirir? Que se sepa, en el MOPC ni en el ambiente oficial no hay ningún especialista en el tema.
Todas las dudas deben aclararse de modo a actuar con transparencia y que no haya la menor sospecha de que no se está actuando con honestidad.
Es demasiado el monto del dinero a invertir y no desearíamos que el lago Ypacaraí sirva para fabricar una docena de nuevos ricos que es a lo que la clase política nos tiene acostumbrados.
horaciososa@gmail.com