La consolidación de instituciones fuertes permitirá a Paraguay mejorar su competitividad y garantizar un crecimiento económico más inclusivo y robusto, en un entorno positivo para el sector productivo.
Angus Deaton hace contribuciones relevantes a la economía del desarrollo por sus mejoras en cuanto a la medición de la pobreza. El mismo utiliza datos de consumo de encuesta de hogares y desarrolla una guía en la que explica cómo diseñar las encuestas que ayudan a medir la calidad de vida. En esta guía argumenta que deberían utilizarse los datos de consumo antes que los de ingreso para medir la pobreza, porque son menos variables a lo largo de un año. La mayoría de las personas no tienen un ingreso diario, y muchas inclusive tienen ingresos distintos en diferentes periodos del año, sobre todo la población que depende de la agricultura, que además suelen ser las zonas de mayor concentración de la pobreza. Sin embargo, a pesar de la variación en el ingreso, todas las personas consumen a lo largo del año, y a pesar de que el consumo varía también a lo largo del año, Deaton argumenta que es menor que la variación en el ingreso. Consultado sobre esta cuestión, Deaton insistía en que “uno de los problemas de América Latina es que la mayoría de las encuestas le preguntan a la gente sobre sus ingresos, en lugar de preguntarle sobre su consumo, o cuánto gastan”.
Cuando hace unos días entrevisté al ganador del Premio Nobel de Economía 2015, Angus Deaton, terminé con una pregunta simple: “Si tuviera que dar un consejo a los países de América Latina, ¿cuál sería?”. Respondió con apenas cuatro palabras: “Mejoren sus sistemas estadísticos”.
El momento en que distinguen a Angus Deaton con el Premio Nobel de Economía no puede ser más oportuno porque, básicamente, su trabajo académico y empírico enfatiza pobreza que está relacionada con hambre y bienestar en un año en que se ha concluido la evaluación de Desarrollo del Milenio y se han adoptado los objetivos de desarrollo sostenible.
ESTOCOLMO (AFP). El economista francés Jean Tirole ganó ayer el Premio Nobel de Economía 2014 por sus diversas investigaciones sobre las finanzas, la empresa, la regulación y los mercados.
El Premio Nobel de Economía fue concedido a los estadounidenses Eugene Fama, Lars Peter Hansen y Robert Schiller por sus trabajos divergentes sobre las tendencias en los mercados financieros. Aunque han sido recompensados por “su análisis empírico de los precios de los activos”, los tres no pertenecen a la misma escuela de pensamiento.