Los dos supuestos autores materiales del asesinato de la funcionaria de Senasa Liz Teresita Arzamendia Ferreira (31) fueron detenidos ayer en una serie de operativos en Lambaré. La Policía también arrestó a cuatro presuntos cómplices. El rastreo del celular robado condujo a los investigadores a los sospechosos, quienes vivían en una casa perteneciente a una traficante de drogas presa y que está equipada hasta con sistema de circuito cerrado.
Sonia Beatriz Doutreleau Paniagua, de 45 años, era una progresista empresaria que integraba el directorio de la Cámara Paraguaya del Cloro (Capaclor) y que deja huérfana a una hija de 22 años, producto de su primer matrimonio.
La empresaria Sonia Beatriz Doutreleau Paniagua (45) fue ultimada de 33 puñaladas ayer en un ataque perpetrado por dos criminales en el edificio de la Cámara Paraguaya del Cloro (Capaclor), en Pitiantuta casi avenida Mariscal López de Asunción, a pocos metros de la comisaría 6ª metropolitana y de Mburuvicha Róga. La excesiva saña en la materialización del homicidio resta fuerza a la presunción de un robo como trasfondo de lo ocurrido.
El asesinato de la empresaria Sonia Doutreleau, que pasa a engrosar la extensa lista de víctimas de la inseguridad en el Paraguay, ocurrió justo en momentos en que el presidente de la República, Horacio Cartes, se encuentra de viaje en Japón tratando de captar inversionistas.
“Se tiene que terminar la joda de los vehículos sin chapa, los motochorros y delincuentes que actúan con impunidad, que, gracias a la legislación penal actual, salen inmediatamente o tienen medidas alternativas”, aseveró el presidente de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), Carlos Jorge Biedermann.
El conocido psiquiatra Dr. Víctor Romero explicó anoche que la saña con la que los dos criminales mataron ayer a la empresaria Sonia Doutreleau no es normal, pero también advirtió que la desmedida agresividad pudo obedecer a “un ambiente sin límites externos, en el que los delincuentes no sienten el temor de las consecuencias de sus actos”. Es decir, en opinión del experto, “la agresividad individual y colectiva se expresa dentro del marco que la organización social lo permite”.