El tricampeonato está allí; mañana, en Capiatá, es difícil, y quizás lo más probable es que la vuelta se cumpla el sábado en Ciudad del Este o, a más tardar, ante la aparición de un imprevisto, la próxima semana en Para Uno, contra General Díaz.
Grandes diferencias, contrastes de realidades, confirmaciones y decepciones, gritos de gloria y muecas de frustración, todo esto en una fecha inconclusa en la que también marca distancias, el poco interés del mundo fútbol hacia el amistoso de la selección en USA, que justamente fue causal de la postergación de un Libertad- Olimpia, llamado a ser el gran partido de la semana.
“Hay que refundar Olimpia”, frase célebre del histriónico profesor Daniel Córdoba allá por el 2005, ¿la recuerda? Hoy muchos aficionados la utilizan para la APF y nuestra selección nacional, que continúa estancada y con una visible incertidumbre sobre la imperiosa acción de sacar la cabeza del agua, ya que hasta ahora nadie parece ser capaz de realizar ese movimiento de salvataje.
Y sobre todo si se tienen jugadores como Mendieta, Camacho, Montenegro y luego se suman Santa Cruz y Cuero, pero el producto estuvo lejos de ser vistoso y acorde a tanto potencial y la ubicación en la tabla.
Las evidencias recogidas hasta ahora consignan con seguridad que futbolísticamente el único que puede ponerle freno es Cerro Porteño.
Así va Olimpia, por contundencia, carácter, compromiso y jerarquía, atributos que argumentan porque el título número 41 está cada vez más cerca de Para Uno.