En el fallo absolutorio de 11 campesinos condenados en el proceso por la masacre de Curuguaty hay una grosera contradicción. Dos camaristas que integraron la Sala Penal votaron por un nuevo juicio oral y uno por la absolución de los involucrados. Sin embargo, en la parte resolutiva de la sentencia ganó el voto en minoría. Al parecer, los camaristas que integraron la Corte no leyeron lo que firmaron. Se habla de una fuerte injerencia política.
La defensa de los acusados envió una nota a la Sección Judiciales de nuestra diario para dejar sentada su postura con relación a la acusación de la fiscalía. El escrito refiere cuanto sigue:
Pobladores de la colonia Maracaná, del distrito de Curuguaty, denunciaron llamativas contradicciones entre el informe de técnicos del Ministerio Público y de la Seam. En el primer caso, se sostiene que en la propiedad que pertenece al empresario brasileño Rafael Maia de Souza solo se halló un “área desmalezada”, mientras en el segundo se afirma que hubo tala.