Ciertas ideas que creemos incuestionables limitan y orientan nuestra visión. ¿Tenemos esas ideas o ellas nos tienen a nosotros? Los adultos aprendemos si logramos identificarlas, reflexionar sobre ellas y, llegado el caso, reemplazarlas.
Normalmente, se cree que un líder es una suerte de héroe en las organizaciones. Sin embargo, pocos se preguntan si una persona puede aprender a liderar y cuál es la delimitación de los problemas que debe resolver.
Muchos se preguntan cómo se produce el aprendizaje. Para absorber el máximo de conocimientos útiles para nuestro desarrollo es necesario cuestionarnos constantemente y plantearnos nuevos desafíos.
En un diálogo imaginario, los autores contrastan el ámbito empresarial norteamericano —donde las frustraciones son consideradas valiosas— con el latinoamericano —donde se tiende más a ocultarlas—. Cuando los errores forman parte del camino.