En la reciente reunión bilateral que encabezaron en Brasilia los presidentes de nuestro país, Horacio Cartes, y del Brasil, Michel Temer, decidieron “agilizar consultas y estudios técnicos con miras a la negociación diplomática bilateral del Tratado de Itaipú”.
El 2023 será decisivo, fundamental en la historia actual de nuestro país, específicamente en Itaipú, un año que tiene para el sector Energía de nuestro país hasta dimensiones liberadoras, porque el numeral VI-Revisión del Tratado, Anexo C “Bases Financieras y de Prestación de los Servicios de Electricidad” del Tratado, podrá “revisarse” después de 50 años de dura vigencia.
Hace aproximadamente 20 años que los directivos de la ANDE y los sindicatos de la empresa utilizan los mismos argumentos para justificar el deficiente servicio que presta a sus usuarios de energía eléctrica, y últimamente también los accidentes que afectan a sus instalaciones.
Los recientes incendios en los mercados de Asunción y San Lorenzo, afortunadamente sin víctimas que lamentar, son otras pruebas incontrovertibles de la grave indefensión en que se encuentra el pueblo paraguayo que, por extraño que parezca, sigue careciendo de una ley de seguridad en instalaciones eléctricas, moderna y eficiente, que le proteja de accidentes e incluso de frecuentes trabajos chapuceros en las instalaciones eléctricas.
La Asociación de Electricistas del Paraguay (Electrón) acaba de denunciar una grave irregularidad perpetrada por los responsables de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), que en un tremendo esfuerzo de complacencia, puede caratularse como “casos de competencia desleal”; pero que, en rigor, constituyen una irresponsable manipulación de la seguridad del ciudadano que contrata los servicios de la estatal.
El pueblo paraguayo se merece un examen puntilloso de las cuentas de Yacyretá antes de que sus mandatarios de turno firmen, en su nombre, acuerdo alguno sobre la deuda que reclama el Gobierno argentino a la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).