El 2016 se ha caracterizado por ser un año inundado por una serie de fenómenos en los que las drogas han sido protagonistas obligadas. Como ejemplo de esto podemos citar la violencia en los denominados asaltos en motos llamados «motochorros», en los que observamos que muchos de ellos son cometidos por personas intoxicadas.
Nos acercamos a fin de año y la época de las fiestas tradicionales. Estos momentos de encuentros familiares, peregrinación, amigos, grupos de trabajo y cierres de año se suelen aprovechar para disfrutar, pero también son propensos para el exceso. Las situaciones de reunión pueden transformarse en episodios de riesgo, accidentes o, incluso, en peleas y comportamientos que culminan en resultados negativos.
El consumo de drogas puede generar diversos problemas para la salud de la persona, dentro de los cuales se encuentra la dependencia. Sin embargo, no todas las personas que consumen se vuelven dependientes. Para ello se necesita que se encuentren presentes una serie de factores, dentro de ellos: el tipo de consumo, ambiente, personalidad, biología y genética, entre otros.
Este año hemos repasado los distintos tipos de drogas que actúan sobre el sistema nervioso y se utilizan con fines no médicos. Es oportuno entender que, aparte de estas sustancias mencionadas, existen otros grupos muy utilizados para distintos propósitos y pueden llegar a causar problemas de salud.
Un trastorno mental es una alteración del comportamiento, del ánimo o de la actividad intelectual que se presenta como diferente a la cultura y las costumbres de la persona. Suele llamar la atención de los que están alrededor, pero hay veces en las que es difícil identificar porque los síntomas son mínimos.
Cuando hablamos de las drogas y el tratamiento para la dependencia nos estamos refiriendo a una situación en la cual ya se inició el trastorno, por lo que podemos decir que llegamos tarde. Existe otro aspecto en el tema de las drogas que no se limita solamente a tratar, sino a evitar el consumo.