La masacre perpetrada en Las Vegas el 1 de octubre pasado es de las peores sufridas en los Estados Unidos con sus más de 50 muertos y alrededor de 500 heridos entre los asistentes a un concierto. Cada vez que ocurre un horror parecido menudean las voces para prohibir las armas de fuego, como si en Europa los musulmanes no se las agenciaran para provocar matanzas tan sangrientas sin armas y al timón de camiones y camionetas.
La historia es la que es, es decir, la que fue. Con diversas interpretaciones sobre su significación, pero no sobre los hechos fundamentales porque si te pones a tergiversarlos terminas desacreditado. Pues hay que ver la de despropósitos que hoy genera en el mundo ese sinsentido llamado corrección política.
¡La que armó Donald Trump! Dijo que las noticias falsas son enemigas del pueblo y, ni corta ni perezosa, la prensa cogió el rábano por las hojas y concluyó que la afirmación del Presidente el 24 de febrero fue que el enemigo del pueblo es la prensa. Y algunos periodistas, dándose por aludidos, se han puesto en pie de guerra contra el inquilino de la Casa Blanca.