Cuando se trata de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) contra Paraguay, la escuela (neo) liberal defiende a las burguesías de los países vencedores, y el «revisionismo», a las burguesías del país derrotado, de modo que la ultraderecha colorada y la izquierda reformista se santiguan por igual –nos dice este artículo del historiador Ronald León Núñez– «ante el altar del oligarca Solano López».
Un punto neurálgico en el análisis que realiza el doctor Nelson Alcides Mora en su libro “Las reparaciones de guerra”, que aparecerá el domingo 12 con el ejemplar de nuestro diario, es saber si existía ya un entendimiento brasileño argentino antes de la declaración de guerra del Paraguay a Buenos Aires (marzo de 1865), o si el Tratado Secreto de la Triple Alianza fue consecuencia de esa declaración de guerra.
El secretísimo Tratado de la Triple Alianza es uno de los documentos más ignominiosos de la historia americana y su descubrimiento fue la prueba contundente de que Argentina, Brasil y Uruguay no traían la guerra al Mariscal Francisco Solano López, tal como pregonaban, sino que venían a exterminar al pueblo paraguayo.