El exrrector de la Universidad Nacional de Asunción Froilán Peralta se salvó nuevamente de que su causa por corrupción sea tratada en audiencia preliminar. Apeló a una usual táctica para aplazar la diligencia preliminar.
Una verdadera fiesta se vivió ayer frente a la sede del Rectorado de la Universidad Nacional de Asunción luego de conocerse la renuncia de Froilán Peralta. Los universitarios, conscientes de que aún se debe combatir la corrupción en la casa de altos estudios, entonaron varios cánticos que resonaron en todo el Campus de San Lorenzo. Los aproximadamente 2.000 estudiantes se hicieron sentir y ya esperan la asamblea del martes.
Sin cargo y sin libertad, el exrector de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) pasó la noche en el Departamento contra Delitos Económicos de la Policía Nacional, donde permanecerá por cinco días, para luego ser remitido a la cárcel de Tacumbú. Así lo resolvió anoche la jueza penal de garantías Lici Sánchez, tras rechazar un ofrecimiento de la defensa de una fianza de más de mil millones (en inmuebles y vehículos). La magistrada de turno consideró que existe peligro de obstrucción a la investigación del Ministerio Público.
Con la renuncia del rector Froilán Peralta se inicia la disputa entre los decanos, que buscarán el cargo dejado por el ahora imputado, comentaron ayer antiguos funcionarios de la Universidad Nacional de Asunción que pidieron la reserva de sus nombres.
El fiscal Martín Cabrera y la fiscala Josefina Aghemo siguen analizando documentos firmados por el denunciado rector de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), Froilán Peralta, y, hasta el momento, no existe ninguna resolución en el caso.