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Sonriente abandonó el Palacio de Justicia el exrector de la UNA, tras la libertad ambulatoria dispuesta por la Cámara de Apelaciones de Central, y acatada a su vez por el juez penal de garantías, Alcides Corbeta.
Peralta no quiso brindar declaraciones a la prensa a su salida de la sede judicial, logrando así salir a la calle tras dos meses de estar recluido en el Penal de Tacumbú por presuntas irregularidades en la Universidad Nacional.
Por orden de la Cámara de Apelaciones, Froilán deberá comparecer de forma periódica ante el juez Penal del 1 al 11 de cada mes, dar fianza real de los inmuebles ofrecidos (tasados en más de G. 3.000 millones), la prohibición de acercarse al rectorado de la UNA durante el proceso de investigación y la prohibición de salir del país, de la localidad donde resida o del ámbito territorial que disponga el juez.
Por su parte, su abogada manifestó que desde el primer momento de la investigación su cliente colaboró con los fiscales, y que toda la documentación arrimada demuestra que “él no es responsable del hecho punible”, sentenció.
En tanto, el juez de la causa, quien se negaba a dar la libertad condicional a Peralta por temor a que se frustre la investigación fiscal, resaltó que no le quedó de otra que acatar la decisión de los jueces que componen la Cámara de Apelaciones de Central.