La peregrinación a Caacupé es una de las tradiciones más importantes de Paraguay. Realizar el recorrido caminando implica un esfuerzo físico significativo, por lo que es crucial prestar especial atención a la salud de los pies, para prevenir lesiones. La podóloga Carolina Orrego, presidenta de la Asociación Científica Paraguaya de Podólogos y Podiatras, explica cómo cuidar de los pies y garantizar una caminata cómoda y segura hasta la Virgen de los Milagros.
NUEVA DELHI. Un autobús lleno de pasajeros, su conductor y un par de zapatos acabaron en una comisaría después de que parte del pasaje se enzarzase en una disputa por el olor de los pies de uno de los pasajeros.
El daño a los nervios que produce la diabetes –debido a los niveles altos de azúcar en la sangre– puede hacer que pierda la sensación en los pies, ya sea ante una cortadura o una ampolla, por ejemplo. En casos más graves inclusive se llega a la amputación, de allí la importancia de la prevención, como primer paso.
Muchos dolores se pueden aliviar con ciertos correctores que hacen la vida más fácil a quienes sufren dolorosos procesos luego de usar zapatos inadecuados o por estar largas horas de pie, y realizar esfuerzos en exceso. Pero es aconsejable que un especialista le oriente.
La gota afecta a la articulación del dedo gordo del pie. Produce dolores intensos, inflamación e hipersensibilidad. La fisioterapia propone el alivio con varias técnicas.
El pie diabético abarca la infección, ulceración y destrucción de tejidos profundos de la extremidad inferior asociadas con alteraciones neurológicas y enfermedades vasculares, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo al Ministerio de Salud, la prevalencia de la diabetes en Paraguay es del 9,7%. De este porcentaje, el 20 al 25% desarrollará pie diabético, y si un paciente ya presentó una úlcera o amputación, tiene un 80% de posibilidades de presentarla en el otro pie.