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Clara Izcurdia, podóloga del Hospital de Clínicas, informa que la verruga es una infección viral, muchas veces se halla en la planta del pie y se mal diagnostica porque duele y se confunde con un callo. La verruga es una de las 256 variedades que existen del virus del papiloma humano (HPV), primo hermano del causante del cáncer de cuello uterino.
Se trata de un virus oportunista, que vive en el ambiente, y se da por la baja defensa; la puerta de entrada puede ser una pequeña herida o maceración de la piel. Izcurdia dice que se produce en el adolescente que pasa por una etapa de mucho estrés, pero que también puede darse en adultos jóvenes y mayores.
“La verruga produce dolor en la planta del pie porque en el resto del cuerpo el virus puede formar una vegetación que sobresale de la epidermis y, por ello, crece sin causarlo. En cambio, en la planta, como está sometida a presión, no puede aflorar y esa vegetación la guarda hacia dentro, comprime filetes nerviosos, y provoca dolor, muchas veces insoportable”, describe.
Cómo diagnosticar
La verruga se diagnostica “al deslaminar la dureza que tiene; destapándola se ven una serie de punteados negros. Como el virus está alojado en la dermis, lo que hace es provocar el infarto de los capilares que deben brindar la sangre a la dermis; entonces, de ahí va a nutrir a la epidermis. Es como que se abren, y extravasan sangre (lanzan sangre) que marcan el punteado negro”, apunta la podóloga.
Otra de las formas de darse cuenta de su existencia es que “cuando se trata de una verruga o un callo común, se realiza una prueba de dolor al pellizco o a la presión; si duele más a la presión que al pellizco, es un heloma (callo); en cambio, si duele más al pellizco que a la presión, es una verruga”, finaliza.
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Mantener los pies limpios y secos, evitar el contacto con verrugas y no ignorar la aparición de bultos o cambios de la piel, recomienda la dermatóloga.
La doctora Marianne Insúa Cristaldo, dermatóloga, explica que “las verrugas plantares son provocadas por el virus del papiloma humano (VPH) 1, 2 y 4. El virus ingresa al cuerpo a través de pequeños cortes o grietas en la parte inferior del pie. Se adquiere en lugares públicos donde la gente camina descalza, tales como vestuarios, piscinas, gimnasios, o también en casa, si otros miembros de la familia tienen el virus, al compartir calzados”.
La especialista recomienda hidratar los pies. “En el mercado existen productos de acción hidratante, queratolítica y reepitelizante. Se aplica la crema masajeando para que penetre mejor. Se podría completar el cuidado de los pies, exfoliándolos una vez a la semana”, recomienda. Además, ayuda usar “un buen calzado, evitar que sean sintéticos y estrechos. Cortar las uñas siempre cuadradas e hidratar las cutículas”.
Otro factor consiste en “añadir a la dieta diaria proteínas de alto valor biológico, vitaminas (A, B y C) y minerales (calcio, zinc y yodo)”.
Aconseja no andar descalzo, cambiar de medias diariamente, no compartir calzados, mantener los pies limpios y secos para prevenir las verrugas plantares. Además, evitar el contacto directo con otras verrugas, y no ignorar la aparición de bultos o cambios de la piel.