Desde hace varias semanas, en el ambiente económico y principalmente financiero, se insiste en la liquidez creciente, como resultado de condiciones productivas favorables. Este puede ser un fenómeno asociado al incremento del volumen total de la economía, según observa la consultora Investor Economía.
Para comprender la manera en que el Banco Central influye en la disponibilidad de dinero en la economía es importante mencionar que todos los actores del sistema financiero deben mantener una cuenta de depósitos en el Banco Central, de este modo se entiende por liquidez la suma de los saldos de dichas cuentas, conocidas también como reservas bancarias. Entre sus tareas y atribuciones, el BCP puede crear -o imprimir- dinero y es la única institución con potestad para cubrir los faltantes o retirar los sobrantes de liquidez.
El 21 de mayo de 2013, el entonces presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, realizaba un anuncio imprevisto: las medidas de estímulos adoptadas para contrarrestar los efectos recesivos de la crisis global comenzarían a reducirse a finales de ese año. Luego del sorpresivo anuncio, las economías emergentes vieron cómo sus monedas se depreciaban fuertemente, el diferencial de sus tasas de interés con respecto a los bonos del Tesoro americano (el riesgo-país) aumentaba considerablemente, sus mercados de valores sufrían una caída abrupta y los flujos de capitales migraban de vuelta a los países avanzados. La experiencia fue tomada como ejemplo de lo que ocurriría ante una normalización de las condiciones monetarias en Estados Unidos.
Este término es empleado para describir una situación en la que los tipos de interés se encuentran muy bajos, próximos a cero. La preferencia por la liquidez tiende a hacerse absoluta, es decir, las personas prefieren conservar todo el dinero antes que invertirlo, por lo que las medidas tendientes a aumentar la masa monetaria no tienen ningún efecto para dinamizar la economía y las autoridades monetarias no pueden hacer nada para llevar la tasa de interés a un nivel adecuado.
Este término es empleado para describir una situación en la que los tipos de interés se encuentran muy bajos, próximos a cero. La preferencia por la liquidez tiende a hacerse absoluta, es decir, las personas prefieren conservar todo el dinero antes que invertirlo, por lo que las medidas tendientes a aumentar la masa monetaria no tienen ningún efecto para dinamizar la economía y las autoridades monetarias no pueden hacer nada para llevar la tasa de interés a un nivel adecuado.