En cualquier parte del mundo, acumular fortuna es sinónimo de trabajo duro, dedicación, inteligencia y voluntad de prosperar; no importa que la persona haya nacido en “cuna de oro”, ya que mantener lo obtenido exige casi el mismo esfuerzo empleado para conseguirlo. No obstante, existen formas imprevistas de conseguir fortuna y otras que caen directo en el campo de la ilegalidad, como el fraude, la corrupción pública, el contrabando, el tráfico de estupefacientes y lavado de dinero. Es necesario que el nuevo Gobierno haga el mayor esfuerzo en cerrar las puertas no solamente de la tradicional corrupción en la esfera de las instituciones públicas, sino de las nuevas formas perversas de dominar a la sociedad.