ISLAMABAD. El Tribunal Supremo de Pakistán suspendió las ejecuciones de dos enfermos mentales, al revisar su propia doctrina y establecer que no se puede acabar con la vida de un esquizofrénico.
Hasta que las instituciones que fueron creadas en su nombre funcionen, hasta que todos los recursos destinados para los niños, adolescentes, adultos mayores y enfermos mentales tanto por parte del Estado como del exterior realmente lleguen a destino, hasta que la ciudadanía deje de dar la monedita que esclaviza y hasta que el Estado se decida a crear políticas públicas de atención a las distintas aristas de la problemática de la situación de calle y que cada uno de nosotros exijamos a las autoridades que cumplan con sus obligaciones.