Con la aparente estabilización del nivel del río Paraguay algunas familias que fueron desplazadas por la crecida comenzaron a regresar a sus casas. Otras aguardan aún, principalmente por factores económicos que les impiden poner en condiciones sus viviendas. Desde Meteorología e Hidrología anuncian que las aguas permanecerán bajas.
Unas 65.500 personas cumplen tres meses desplazadas en refugios precarios en Asunción a causa de las inundaciones provocadas por el fenómeno El Niño, que anegaron barrios enteros de la capital.
La sensación térmica de 40 grados centígrados agota a cualquier ser humano que permanezca durante un par de minutos al sol. El calor que se vive en todo el país se siente aún más en los refugios de damnificados de Asunción, donde los niños optan por darse un chapuzón en palanganas o hacer un “festival acuático” con mangueras.
Familias de Limpio afectadas por las inundaciones recibieron donativos por parte de la Gobernación de Central y de la Embajada de Taiwán.
Un importante grupo de personas afectadas por las crecidas decidieron cerrar el acceso a la avenida José Asunción Flores, ex Costanera, para presionar a las autoridades sobre una serie de reclamos.
La falta de asistencia sanitaria y de mejores servicios básicos (agua y baños) se puede constatar en los refugios de damnificados en Asunción. Erupciones en la piel y cuadros gripales y febriles presentan numerosos niños en el refugio San Felipe. Los afectados piden más baños portátiles y canillas con provisión de agua potable, así como contenedores para la disposición de basura.