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Algunos sin remera y otros directamente sin ropa. Así soportan los niños el agobiante calor de diciembre en los precarios refugios donde sus padres o personas a cuyo cuidado están aguardan las chapas y terciadas para completar sus casitas.
Durante un recorrido realizado ayer en horas de la siesta por la vereda del Parque Caballero, un equipo de ABC Color encontró a varios chicos –entre ellos bebés–, junto a sus madres, tratando de aplacar las altas temperaturas. Una madre, que no quiso identificarse pero que mencionó que proviene de la zona de San Pedro de la Chacarita, fue captada hidratando a su hijo con un vasito de yogur mientras este chapoteaba en una improvisada palangana.
Más hacia la entrada del parque, otro grupo de niños jugaba con una manguera. Contentos ellos, se apuntaban entre sí el chorro de agua, ignorando quizás la dramática situación por la que están atravesando y que los deja como las principales víctimas.
“Dos baños nomás tenemos”, dijo Romina Forcado, una de las damnificadas por la crecida del río Paraguay, quien sostuvo que la provisión de materiales por parte del Estado es nula.
En el mismo tenor se expresó Emilse Ortiz, quien se despachó contra los entes que deben canalizar la ayuda (Municipalidad de Asunción y la Secretaría de Emergencia Nacional), mientras tomaba un tereré en la entrada del Parque Caballero.
Los damnificados coparon totalmente la vereda del espacio público y ya ingresaron al predio donde se van construyendo viviendas precarias a la sombra de los añosos árboles del parque.
Lejos del debate social que existe alrededor de los damnificados, el calor y la falta de atención mantiene a la expectativa a miles de familias que no tienen otro lugar adonde ir.
olopez@abc.com.py