La Municipalidad de Asunción continúa interviniendo viviendas abandonadas para eliminar criaderos del mosquito transmisor de la chikunguña y otras enfermedades. Este martes, una vivienda en el barrio Santa Librada tuvo que ser limpiada por la Comuna, ante la irresponsabilidad de los propietarios.
Líderes indígenas recibieron ayer la promesa de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat de que dentro de 10 días continuarán las casas a medio terminar abandonadas en sus comunidades. En algunos casos, las construcciones se iniciaron en 2012, pero no se terminaron por la falta de desembolso a las constructoras.
En el asentamiento Andrea Flor, de San Antonio, las obras de edificación de un grupo habitacional integrado por 20 casas económicas están casi terminadas.
Varios proyectos de construcción de casas económicas de los sectores sur y norte del departamento Central que comenzaron a ejecutarse entre 2011 y 2013 por la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) se pierden por falta de documentación, conflictos entre carteras de Estado y falta de pago a constructoras. En el caso de Limpio, unas 60 casas inconclusas van quedando en ruinas. Nadie sabe quiénes son los beneficiarios ni la empresa acreditada para los trabajos. En la Comuna no hay registros de la propiedad.
Un centenar de viviendas de la Senavitat están abandonadas desde hace más de un año en el distrito de Caazapá. La empresa Emprendimientos Empresariales SA (EMSA), representada por César Julián Balcázar, espera el pago de G. 500 millones para continuar la obra.