Se entiende por identidad personal a la configuración de factores que definen a la persona en lo que es como individuo y de lo que forma parte. Se refiere a la sensación de ser la misma persona a pesar de cambios internos y externos. Parte de esa identidad personal es la identidad sexual, cuya complejidad es innegable y para ilustrarlo bastaría referirse a los dos casos tan publicitados últimamente:
Nos conmovemos cuando vemos a alguien quien necesita de un trasplante de córnea, riñón o del corazón, y lo obtiene. En esos casos, los medios de comunicación le dan un destaque especial. Pero cuando el hecho se refiere a una enfermedad que afecta la función del cerebro y la persona obtiene un tratamiento que le devuelve la vida, se nos pasa desapercibido.