Cargando...
Sin embargo, estas enfermedades llamadas mentales constituyen un grave problema de salud pública en nuestro país.
Estudios realizados en Estados Unidos por el National Institute of Mental Health (NIMH) a través de áreas epidemiológicas bien delimitadas, designadas como “Epidemiologic Catchment Areas” (ECA), entre 1983 y 1994, permitieron conocer la prevalencia de las enfermedades mentales en la población adulta.
Mediante los mismos, estimaron que durante un año determinado, 51,7 millones de personas por encima de los 18 años sufrirán de trastornos mentales y trastornos ocasionados por uso de substancias químicas; representando esto el 28,1% de la población adulta de aquel país. Si se consideran los trastornos mentales solamente, sin contar las ocasionadas por substancias químicas, afectaría al 22,1% de la población adulta durante un año determinado.
Estos estudios fueron muy importantes para demostrar que las enfermedades mentales son tan prevalentes como cualquier otra enfermedad médica y contribuyeron para mejorar el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades. Mediante estos estudios –por dar algunos ejemplos– sabemos que 12,6% de la población adulta sufrirá de trastornos de la ansiedad durante un año determinado, que el 9,5% sufrirá de trastornos depresivos y que 2,8% sufrirá de alguna forma severa de enfermedad mental. (Datos estadísticos publicados por el “Archives of General Psychiatry” en febrero de 1993).
Los expertos en epidemiología de las enfermedades mentales enfatizan que estas altas prevalencias no significan que uno de cada dos adultos obtendrá un tratamiento psiquiátrico. Lo cierto es que solamente uno de cada cuatro personas que sufren estas enfermedades busca tratamiento. Esto es una indicación de que muchos de los trastornos mentales no siempre afectan la función de las personas y de que en algunos casos, se recuperan por sí solas o con la ayuda de amigos o familiares; tal como sucede con cualquier otra condición médica. Estos hallazgos también indican que el estigma hacia los enfermos mentales y la falta de centros de tratamientos especializados desalientan a muchos en buscar ayuda.
Por otro lado, el impacto de las enfermedades mentales en la sociedad es enorme. Según los expertos, para el año 2020, la depresión mayor unipolar será una de las causas de mayor impedimento de la población humana; siendo superada, solamente por las enfermedades isquémicas del corazón; 1/3 de las personas sin hogares y que vagan por las calles, tienen severos trastornos mentales.
La gran mayoría de las personas que cometen suicidio cada año sufren de trastornos mentales o de problemas relacionados al uso de substancias químicas. Más del 7% de las personas recluidas en cárceles sufren de enfermedades mentales severas.
Muchas personas se sorprenden al ver estos datos y la alta prevalencia de las enfermedades mentales. Sin embargo, si lo consideramos dentro del contexto de las enfermedades médicas en su totalidad, la prevalencia no es tan excesiva. Por ejemplo, las enfermedades que afectan las vías respiratorias; incluyendo el resfrío común hasta las neumonías en un determinado año, son cerca del 50% y cerca del 30% de las personas adultas sufrirán de enfermedades cardiovasculares en comparación al 28% de los que sufrirán de trastornos mentales y problemas por abuso de substancias químicas.
Lo más importante es recordar que los tratamientos actuales existentes para los trastornos de la función del cerebro, bajo la dirección de un experto especialista, tienen resultados muy alentadores. Basta citar que el 80% de los pacientes con trastornos del pánico son tratados con éxito, el 85% de los pacientes con una depresión mayor responden favorablemente a los tratamientos existentes y el 80% de los pacientes con trastorno bipolar pueden volver a una vida normal, gracias a los tratamientos actuales.
*Médico Especialista Diplomado del Consejo Americano de Psiquiatría y neurología.
victor2343@gmail.com