La frase “cosecha lo que siembras” es algo que el productor debe tener en cuenta a la hora de adquirir sus semillas. El ingeniero agrónomo Carlos Soler expresó su preocupación ante la oferta de semillas no certificadas que no representan ninguna garantía.
Desde la Asociación de Productores de Semillas se trabaja en el fomento de la utilización de semillas certificadas en el país por parte del productor. A pesar de que los números hablan de un mayor uso de materiales no registrados, actualmente, existe mejor infraestructura para cosecha de granos, almacenamiento de semillas, embolsado, entre otros, y persiste la capacitación a los agricultores.
Menos del 30% de la soja sembrada en Paraguay proviene de semillas certificadas, y en el resto se utilizan reservas propias vendidas ilegalmente, según la Ing. Estela Ojeda, investigadora del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio).
Un volumen de 400 toneladas de granos de maíz están siendo acondicionadas en el Nordeste de Itapúa, para vender al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) como si fueran semillas certificadas, destinadas a pequeños productores campesinos, denunció el vicepresidente del Gremio de Productores del Paraguay (GPP), Luis Pasotti.
El Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Sehave) modificó las normas generales para la producción y comercialización de semillas certificadas establecidas (Res. 390/14) durante la administración anterior de Regis Mereles, según informó ayer la directora de Semillas, Dolia Garcete.
Aunque no se note a simple vista, hay tanta tecnología en una semilla moderna como en un smartphone. De su calidad y buena genética resulta el éxito de todo cultivo agrícola.