Pese a que, en nuestro país, el cáncer es la primera causa de fallecimientos de menores de 70 años y la segunda en términos poblacionales, tras las enfermedades cardiovasculares, la burocracia sanitaria nada hace para subsanar la crónica falta de insumos y de remedios oncológicos de muy alto costo, denunciada con gran insistencia sobre todo desde marzo de este año. A tanto llega la desidia, de fatales consecuencias, que el Instituto Nacional del Cáncer (Incan), el único nosocomio especializado en el tratamiento de esa enfermedad, ni siquiera tendría todos los fármacos del listado básico, mientras que los disponibles son insuficientes para atender tan siquiera a sus propios pacientes.
El presidente del IPS, Benigno López, afirmó en la mañana de este miércoles que el ente cuenta con el 90% de los medicamentos del listado de remedios obligatorios en existencia. Reconoció que lo que falta son insumos utilizados durante la cirugía.
El Centro de Atención de Asegurados que funciona en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social recibe diariamente a asegurados, enfermos crónicos y oncológicos que llegan a cumplir con la nueva disposición del Consejo del IPS de enrolarse a través de sus huellas dactilares para tener derecho a recibir medicamentos de alto costo.
La farmacéutica Prosalud Farma presentó ayer un amparo contra el Instituto de Previsión Social, con el fin de lograr la suspensión de la compra del medicamento Kogenate, resuelta por resolución del 10 de agosto pasado. Se trata de un medicamento para tratar la hemofilia.
Dos funcionarios de la Clínica Nanawa, dependiente del Instituto de Previsión Social (IPS) fueron detenidos por ser presuntamente parte de la estructura de robo de medicamentos del lugar. En la nota, el “modus operandi” de los aprehendidos.
La falta de antibióticos para enfermedades respiratorias, las malas condiciones de las construcciones edilicias y la necesidad de descentralizar los servicios en el Instituto de Previsión Social, son algunas de las denuncias que recibimos en la víspera en el Hospital Central del IPS y las clínicas periféricas Nanawa y Boquerón.